El PP de Pontevedra solicita al Gobierno local la "reubicación inmediata" de todos los concejales del partido y de los empleados públicos afectados por las obras que comenzaron en los últimos días en el edificio municipal del número 30 de la calle Michelena al considerar que trabajando en su espacio actual no se encuentran en condiciones de seguridad y salubridad.
"No se cumplen las condiciones de seguridad y salubridad", sostiene el presidente del Partido Popular de Pontevedra, Rafa Domínguez, que ha decidido que hasta que se asegure la situación los ediles no continuarán realizando sus funciones en las dependencias municipales y trabajarán desde la sede del PP en la calle Palamios.
Según denuncia el PP, los concejales han medido con un sonómetro el volumen desprendido de las obras y superaban los 100 decibelios, casi el doble del límite permitido por ley.
Además, muestran su preocupación por el desprendimiento de cascotes, algunos de un tamaño lo suficientemente grande como para herir a una persona considerablemente, y que ponen en peligro la integridad de los concejales y de los empleados públicos.
Domínguez considera fundamental que de manera urgente el Concello garantice la salubridad y seguridad de los empleados públicos y de los concejales del PP, pues "no podemos permitir ni un segundo más esta situación del todo injustificada e inhumana".
Además, critica una falta de previsión "sangrante" por parte del Gobierno local.