Dentro de su ronda de visitas a los barrios de la ciudad, el Partido Popular de Pontevedra ha hecho parada en los últimos días en A Parda, donde denuncia un "deterioro inadmisible de los servicios básicos".
Las concejalas Bea Rey y Silvia Junco visitaron el barrio y, para "dar voz a los vecinos que el alcalde tiene más abandonados", se hacen eco de las deficiencias localizadas.
Además, recuerdan que el PP facilitó la aprobación de la última modificación de crédito del Concello con varias "líneas rojas", entre ellas, el acondicionamiento y mejora del parque infantil de la rúa Hortas, situado frente a los juzgados.
Pese a ello, Rey y Junco denuncian que "la falta de mantenimiento hace imposible el uso del único columpio que hay en esta zona de juegos", donde niños y niñas juegan con precaución "por el riesgo de sufrir una caída y hacerse daño en alguna de las zonas donde el césped está levantado".
Además del mal estado del columpio, denuncian que hay maleza sin cortar, papeleras rotas, bancos deteriorados, baldosas rotas o carreteras agrietadas y con baches son la tónica habitual por todo el barrio.
A la vista de esta situación, las concejalas 'populares' señalan que su partido dará "un tiempo prudencial" al Gobierno local para que realice las obras de acondicionamiento de este parque infantil.
Otras deficiencias que denuncian se sitúan en la rúa Campo Santo, pues la acera es "intransitable por la maleza que invade la zona de paso" y hay baldosas que se han roto y que han dejado apoyadas en un lateral, "dando muestra del poco interés y el desprecio de los ediles de gobierno hacia este barrio tan importante para Pontevedra".
El PP habla de "desidia" del Gobierno municipal y ponen como ejemplo las calles Gaiteiro Ricardo Portela, Pintora Maruxa Mallo o la avenida Virxinia Pereira Renda. "Son un peligro porque, si vas caminando por la acera, tienes que estar pendiente de no tropezar y, si conduces, hay baches que llevan años sin ser reparados".
En Pintor Laxeiro, denuncian la ausencia de aceras y la maleza que invade la carretera y hace "inviable que los vecinos se sientan seguros".