Todo el entorno del Pazo da Cultura, el pabellón municipal y el Paseo de Domingo Fontán, desde la Illa das Esculturas hasta la Comandancia de la Guardia Civil, es una zona vulnerable ante el aumento del nivel del mar y, si se mantiene el ritmo actual de contaminación y de crisis climática, podrían estar inundadas en un período de 30 años.
Igual suerte correría la otra orilla del río Lérez, con amenaza de inundación en buena parte de la avenida de Bos Aires, todo el entorno de Beiramar y el muelle de As Corbaceiras, el puerto deportivo, la avenida de Marín y, ya ría adentro, la factoría de Ence y toda la zona que le rodea hasta la zona de O Cabo y Os Praceres.
La situación cambiaría por completo el mapa actual de Pontevedra y sus alrededores, hasta quedar como el plano que acompaña esta información. No se trata de un vaticinio sin más, sino del resultado de un estudio realizado por Climate Central, una organización estadounidense que agrupa a numerosos científicos que investigan el cambio climático y sus efectos en la población a nivel internacional.
El informe, publicado días atrás por la revista Nature Communications, concluye que más de 200.000 personas estarán en España en 2050 expuestas de forma periódica a las inundaciones costeras causadas por la crisis climática e incluye un mapa interactivo (puede consultarse aquí) que predice cómo afectará el aumento del nivel del mar en todo el planeta.
En las Rías Baixas, se calcula que el aumento del nivel del mar que se produciría en caso de que las emisiones de los gases responsables de la crisis climática sigan el ritmo actual tendría efectos en todo el litoral, desde Marín a O Grove, pasando por Poio, Sanxenxo o Vilagarcía, Vilanova y A Illa de Arousa.
Los cálculos realizados en el marco de este estudio revelan que en 2050 esas zonas se inundarán al menos una vez al año si no se construyen las defensas costeras adecuadas o no se frenan las emisiones y continúa el calentamiento global.
El resultado sería, por ejemplo, que O Grove dejaría de ser una península para convertirse en isla, con todo el istmo de A Lanzada cubierto por el mar y parte del litoral meco desaparecido bajo el agua en zonas como San Vicente, Meloxo, Virxe das Mareas o la isla de A Toxa. Prácticamente toda la línea de costa se vería afectada.
En el municipio de Pontevedra querían afectadas también zonas de los barrios de Mollabao y Lourizán, la zona de las Marismas de Alba, la plaza de Barcelos y la parroquia de Ponte Sampaio, donde la afectación sería especialmente destacada en el entorno de A Xunqueira, con el colegio público, el campo de fútbol y la playa fluvial anegados.
Marín también tendrían un mapa muy diferente al actual, al aparecer como zonas inundables prácticametne todo el puerto marinense, parte de la Escuela Naval Militar y lugares de todo el litoral, desde Aguete hasta Loira.
La isla de Tambo quedaría totalmente sumergida y, al otro lado de la Ría, en Poio, las áreas con más impacto serían A Puntada, la ensenada de Lourido o Combarro, si bien habría puntos de todo el litoral afectadas.
No se queda atrás el impacto en Sanxenxo, pues el futuro calculado por Climate Central implicaría la desaparición del actual puerto deportivo o la playa de Silgar tal y como se conoce en la actualidad y también desaparecerían el actual club náutico de Portonovo o las playas de Paxariñas, Montalvo, Bascuas y A Lanzada.
En Vilaboa, la afectación llegaría a las Salinas do Ulló, una parte importante de la parroquia de Paredes o la ensenada de Larache, y también es evidente el impacto en otros ayuntamientos de las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa como Bueu o Cambados, donde, a modo de curiosidad, el agua llegaría casi hasta el Pazo de Fefiñáns y haría desaparecer la Torre de San Sadurniño.
Ese futuro a 30 años vistos que dibujan los mapas de Climate Central implicaría que prácticamente la mitad de A Illa de Arousa es zona inundable y que en Vilagarcía se viesen afectados el puerto, Vilaxoán, las playas de A Concha y Compostela y Carril. De hecho, todo el litoral arousana desde Cambados a Vilagarcía de Arousa tiene una afección importante.