El ocio nocturno paga los platos rotos del viaje de estudiantes pontevedreses a Mallorca

Pontevedra
30 de junio 2021

Pontevedra pasa al nivel medio de restricciones por el brote de coronavirus detectado entre estudiantes que participaron en un viaje de fin de curso a Mallorca y la Xunta prohibe la reapertura del ocio nocturno en la ciudad, que estaba prevista para el 1 de julio

Prueba piloto para la reapertura del ocio nocturno en La Pomada

Un grupo de pontevedreses se contagian de covid-19 en Mallorca y cierra la hostelería de la ciudad. Curioso efecto mariposa en el que, una vez más, el ocio nocturno y el sector hostelero vuelven a pagar los platos rotos de unos contagios que, esta vez tampoco, son responsabilidad suya. "Las restricciones son solo para nosotros. ¿Por qué siempre nosotros?", se queja el presidente de Hoempo y propietario del pub La Pomada, Daniel Lorenzo.

Como consecuencia de este brote entre el estudiantado pontevedrés, el municipio de Pontevedra ha pasado de nivel bajo a nivel medio en la escala de restricciones de la Xunta. Una decisión que se traduce en la reducción de aforos en la hostelería y en la prohibición de apertura al ocio nocturno que ya tenían todo preparado para abrir sus puertas esta semana después de, en algunos casos, 15 meses cerrados.

"Es una faena más", asume resignado Lorenzo. "Estamos decepcionados, ya veíamos un resquicio de luz y vuelta a la oscuridad", añade Iván Parada, gerente del Bazaar. 

Los propietarios del ocio nocturno son los principales afectados de este paso atrás. Todos afrontaban con ilusión esta semana previa a su reapertura. Los locales ya estaban limpios, las neveras cargadas y de nuevo en funcionamiento, el personal en proceso de contratación y la inversión realizada hasta que el comité clínico dio al traste con toda esta planificación. "Y nos avisan con solo 24 horas, es cierto que podríamos abrir el jueves y el viernes, pero no es viable", protesta Lorenzo. 

Tampoco entienden en el sector la utilidad de este cierre "porque no hay cierre perimetral", señala Parada. "Cualquiera puede irse de fiesta a Sanxenxo o a Vigo, ¿por qué no en Pontevedra?", cuestiona el empresario.

Sin embargo, la decisión es firme y la reapertura en la capital de las Rías Baixas tendrá que posponerse al menos una semana, cuando el comité volverá a evaluar las restricciones en función de la situación epidemiológica y los datos de incidencia acumulada. "Esperemos que haya un vuelco porque saben de donde viene el brote y si lo tienen controlado es absurdo", insiste Lorenzo. 

Aunque no querían ni pensarlo, ambos empresarios reconocen que la decisión de la Xunta no los pilla por sorpresa. "Yo ya estaba con la mosca detrás de la oreja, sabía que nos afectaría", admite Lorenzo sobre la posibilidad de que el brote de Mallorca abase provocando el cierre de su local. "Hay que aprender a convivir con ello, no puede ser que siempre paguemos los mismos", agrega molesto Parada.

Ambos comparten en que haberse ido a un viaje de esas características en estas circunstancias es irresponsable, pero no quieren culpar a los jóvenes. "A ellos no les diría nada, pero sí a toda la población. Hay que tener sentido común", pide Lorenzo. Más crítico es Parada al afirmar que "no se les perdía nada yendo de viaje a otra Comunidad Autónoma, pero la culpa es de quién les paga ese viaje. Podrían haberse quedado en Galicia y ya viajarían en otra ocasión. Ha sido un acto egoísta, por sus actos pagan terceros", remarca. 

El ocio nocturno de la ciudad está ahora condenado a, al menos, una semana más de cierre y el presidente de Hoempo hace una petición a toda la sociedad. "Que seamos responsables y no la caguemos más, porque las familias estamos al límite", remata.