Tres juzgados, los tres de lo contencioso-administrativo de Pontevedra, funcionan ya con normalidad en el nuevo edificio judicial de A Parda. El inmueble empieza a cobrar vida, el lunes se celebraron los primeros juicios y este miércoles se celebraron vistas en dos salas a la vez. Son los primeros pasos para un edificio en el que a principios del mes de febrero se prevé que ya estén funcionando los 14 juzgados que inaugurarán su actividad y que está pensado para cubrir las necesidades judiciales del partido judicial durante las próximas dos décadas.
El traslado de las distintas unidades judiciales desde sus ubicaciones previas comenzó el pasado lunes 2 de diciembre, dos meses después de la inauguración oficial de las instalaciones, con la mudanza del juzgado de lo contencioso administrativo número 1 y en los últimos diez días se consumó la instalación de ese y de los otros dos juzgados de lo contencioso-administrativo.
El resultado es que el edificio de la calle Germán Adrio que acogía estos servicios está ya vacío y a disposición de la Xunta para otros usos y que este lunes 9 el juzgado número 1 ya celebró un juicio sin problemas y el 2 ya lo hizo este martes con una completa agenda de señalamientos que incluso permitió probar el nuevo sistema integrado de videoconferencias.
La jueza decana de Pontevedra, Belén Rubido, y la jefa del servicio de Justicia de la delegación de la Xunta de Galicia en Pontevedra, Marta Mariño, recorrieron este miércoles parte de las instalaciones y explicaron algunas de las principales novedades y ventajas que incorporan.
Según indicaron, en la actualidad, hay seis salas operativas y el número se elevará a doce una vez que el inmueble esté a pleno rendimiento. De esas 12 salas, seis serán totalmente digitales para adaptarse a las necesidades del expediente electrónico que aspira a que todos los procedimientos judiciales eliminen el papel y solo tengan versión digital y las otras seis serán moderas, pero con sistema ordinario.
Además, en paralelo a la puesta en marcha de las nuevas salas, se realizarán cambios en las que existen en el antiguo edificio judicial, que seguirá funcionando con toda la jurisdicción penal y la Fiscalía. Dos de las seis salas de ese inmueble pasarán a ser también digitales.
La 'joya de la corona' de este nuevo edificio es la Sala Noble o Salón de Bodas, la de mayor tamaño, que está preparada para acoger ceremonias civiles y también juicios de todo tipo. Este miércoles ya estaba preparada para su uso y presenta novedades como la presencia de dos pantallas digitales que se giran hacia cualquier ubicación que se precise dentro de la sala y una salida al lado que da directamente a la calle por cuestiones de seguridad e intimidad.
En el acceso a la sala, dos habitáculos equipados con sillas y aislados del exterior permitirán que cada una de las partes implicadas en un proceso judicial puedan reunirse con total discreción. Este servicio se ha habilitado en todas las salas de vista de los nuevos juzgados y mejora sustancialmente las condiciones de seguridad y la protección de las víctimas en las distintas causas.
Este miércoles, completado el traslado de los tres primeros juzgados, empezó, un por uno, el turno de los cuatro juzgados de lo social, a los que seguirán los dos del mercantil y los cinco de primera instancia. Los mercantiles y sociales permitirán liberar espacio en el edificio de la Audiencia Provincial y los de primera instancia se trasladarán desde el edificio judicial actual de A Parda, dejando huecos para una reorganización del resto de servicios. Los últimos servicios en trasladarse serán los de atención a la ciudadanía y el servicio común de actos de comunicación y ejecución (SCACE).
El traslado al edificio se está realizando de forma escalonada y no implica la suspensión de actividad en ninguno de los juzgados. Los tres que ya han finalizado la mudanza lo hicieron sin necesidad de suspender juicios ni citas con los ciudadanos y así ocurrirá con los demás. Todos los traslados son iguales y también todas las instalaciones y todo el edificio está preparado con un circuito interno de pasillos de uso restringido que permitirá que jueces, fiscales y, en general, todo el personal judicial se desplace con total discreción y garantizando la confidencialidad que exigen los procedimientos judiciales.
De momento, de la seguridad del nuevo edificio se encargan dos agentes de seguridad privada, si bien está previsto que la seguridad se rija por la misma organización que el edificio actual, dependiente de la Unidad de Vigilancia en Edificios Judiciales de la Xunta (UVEX) y cubierta por agentes de la Policía Nacional y, si estos no son suficientes, por empresas privadas. En la actualidad, las plazas de policías son insuficientes para cubir las necesidades, pues se requieren nueve y solo hay tres, pero hay en macha un concurso para aumentar las plazas.
El nuevo edificio judicial, que ha supuesto una inversión de 21 millones de euros, es un inmueble de seis plantas y más de 23.000 metros cuadrados conectado con los actuales juzgados de A Parda mediante una pasarela acristalada. La planta baja y la planta primera albergarán el registro civil, las salas de vistas, los despachos para abogados, procuradores y trabajadores sociales o el servicio común de actos de comunicación.
En las plantas segunda, tercera, cuarta y quinta, estarán el resto de juzgados. La sexta y última planta quedará sin ocupar por ahora. Está todavía sin dividir y se reservará para futuros crecimientos y necesidades de espacio. Además, los dos sótanos albergarán un aparcamiento para los trabajadores de los juzgados y los archivos, entre otras dependencias.