Miles de personas acompañaron al cortejo fúnebre que este sábado despedía a la figura del loro Ravachol, fallecido en las últimas horas después de una semana en la que las lluvias provocaron un cortocircuito en la instalación eléctrica que le acompañaba como adorno en este Entroido, causándole la muerte. Sus comentarios siempre burlescos quedarán en el recuerdo de todos hasta el próximo año.
Los familiares, amigos y entusiastas del personaje más célebre del carnaval pontevedrés se acercaron durante la tarde hasta la plaza de A Verdura para trasladar el pésame a la familia. El color negro tiñó la ciudad durante estos actos en los que el boticario Perfecto Feijoo llevó con gran entereza la dolorosa pérdida.
El féretro estuvo acompañado durante su recorrido por el centro histórico de diferentes agrupaciones: Amoriños de Bora, Os Canecos, Os Paparrulos, Os Solfamidas, Os 100 Tolos, Las Flores del Carnaval, Vamos a Todo y Os da Caña.
Ya en la plaza de A Ferrería se llevó a cabo el último adiós a cargo de Ilusión Compañía; la agrupación Celme, que bailó la Danza da Morte y Val do Lérez, ganadores del concurso de murgas de este año. Después ante los lloros desconsolados de todos los presentes, el loro Ravachol desapareció entre las llamas de este Entroido 2018.
La fiesta, a diferencia de todos los años, continuará el próximo fin de semana con los actos que se han aplazado. El viernes 23 tendrá lugar la Mostra da Parodia y el sábado 24 llegará el turno de las actividades de la Noite Pirata.