El Lago de Castiñeiras, más cerca de convertirse en ENIL

Marín
20 de octubre 2019

La Consellería de Medio Ambiente remitió un requerimiento al Concello para corregir unos pequeños errores de forma en la solicitud, pero no pusieron impedimento a la memoria que se presentó para solicitar la figura de protección

El Concello de Marín y las comunidades de montes impulsan el ENIL

El Lago Castiñeiras es una de las joyas naturales del Concello de Marín. Por eso el gobierno municipal decidió junto con las comunidades de montes de San Tomé de Piñeiro y de San Xulián, propietarias de los terrenos, solicitar a la Xunta de Galicia la declaración del espacio del parque de Cotorredondo que pertenece a la villa marinense como ENIL (Espacio Natural de Interés Local).

Estos trámites, que comenzaron el pasado mes de mayo, están ahora más cerca de finalizarse. La Consellería de Medio Ambiente, a través de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural, acaba de remitir al Concello un requerimiento para corregir una serie de pequeños errores, con el fin de darle luz verde la esta figura de protección.

"Estamos muy contentos", aseguró la concejalq de Medio Ambiente de Marín, Marián Sanmartín, que aseguró que se trabajará para subsanar el indicado por la Xunta "en un plazo de un mes".

Gaspar Bernárdez, que fue el ingeniero encargado de redactar la memoria técnica descriptiva, afirma que "por el momento, no nos hicieron ninguna corrección sobre este documento, lo que nos hace pensar que la Xunta considera, igual que nosotros, que los valores naturales y patrimoniales de Castiñeiras son más que suficientes para declararlo como espacio natural de interés local".

En esta memoria, el ingeniero detalló el área exacta para la que se solicita el ENIL, que abarca aproximadamente 40 hectáreas, dentro de las que existen especies tanto de flora como de fauna, así como elementos arqueológicos, de alto interés medioambiental, "como el bosque de ribera, los humedales, los anfibios, los murciélagos o la Mámoa de Pedralonga, catalogada como BIC -Bien de Interés Cultural- desde 2011".

Uno de los objetivos que se pretende conseguir que declaración del ENIL, según concretó el ingeniero, es poder sustituir paulatinamente las masas forestales mixtas de pino y eucalipto por bosques de frondosas y autóctonas.

Pero, a mayores, existe una motivación principal por la que los comuneros y el Concello de Marín quisieron impulsar la figura de protección, que es "blindar el mantenimiento de Castiñeiras a largo plazo, independientemente de quien gobierne", en palabras de Sanmartín.

"Este espacio", explicó la edil, "es una instalación privada de uso público, por lo que las comunidades de montes ni deben ni pueden hacerse cargo de ella. Lo normal es que se encargue una administración".

Con la aplicación del ENIL, se abre la puerta a solicitar ayudas y subvenciones públicas cas que poder llevar a cabo todos los trabajos de mantenimiento que requiere un espacio de la extensión y de las características del parque de Cotorredondo.

"Todos los grupos, y así quedó reflejado en el pleno, estamos de acuerdo en impulsar el Lago de Castiñeiras y con esto podremos hacerlo", insiste la concejala.

En la misma línea se expresó el presidente de la comunidad de montes de San Xulián, Manuel Estévez, quien afirmó que la figura del ENIL es "necesaria y fundamental" para conservar este entorno único, más allá de las actuaciones de mejora que lleva aplicado el Concello en los últimos tiempos, como el cierre de la fisura en el vaso hidráulico del lago o la instalación de los asadores, además de la futura construcción de los parques infantiles, cuya licitación acaba de finalizar.

CESIÓN DE LOS TERRENOS Y PLAN DE CONSERVACIÓN

El paso previo para impulsar el expediente de solicitud del ENIL fue la cesión al Concello de Marín, por parte de las comunidades de montes, de los terrenos que eran de su propiedad. Esta cesión se hace por 30 años, "que es el máximo que permite la legislación actualmente vigente", indicó Gaspar Bernárdez.

Una vez se confirme que el Lago de Castiñeiras es un ENIL, el siguiente trámite será la elaboración de un plan de conservación, para lo cual la administración local tiene dos años de plazo y que también tendrá que ser validado por la Xunta de Galicia.