El tribunal popular delibera desde las 11.15 horas de este jueves sobre la culpabilidad o no de David Oubel Renedo en el asesinato de sus hijas Amaia y Candela, de 4 y 9 años, usando una sierra radial eléctrica y un cuchillo de cocina, y tras haberlas drogado para reducir sus posibilidades de defensa.
Tras dos días de juicio en los que David Oubel reconoció los hechos y su abogado, Luciano Canedo, asumió las acusaciones y conclusiones de la Fiscalía y la acusación particular, los miembros del jurado -nueve titulares y dos suplentes- fueron citados este jueves para que las partes le entreguen el objeto de veredicto, las preguntas a las que tendrán que responder para determinar la culpabilidad o no de Oubel.
Ese objeto de veredicto lo acordaron, como es habitual, todas las partes y, en este caso, ha quedado fijado en cinco preguntas, de las que cuatro son sustanciales y una quinta se espera que requiera poca discusión, pues se trata de determinar si existía una relación de convivencia entre las dos fallecidas y su padre en el momento de la muerte. Se trata de un punto no discutido hasta ahora, pues los progenitores estaban separados y su madre tenía la custodia, pero el padre disfrutaba del régimen de visitas y el día del crimen, el 31 de julio de 2015, estaban con él como parte de esos permisos y las vacaciones de verano.
Las otras cuatro preguntas se refieren dos a Amaia y dos a Candela. Los miembros del jurado deberán responder a dos cuestiones sobre cada una: si David Oubel las mató y si lo hizo con alevosía. Una vez dada la respueta a esas cinco preguntas, se deberá concluir si es "culpable" o "no culpable".
El objeto de veredicto no incluye ninguna pregunta sobre el estado mental del acusado, pues en un principio su abogado defensor alegaba trastorno mental transitorio, pero ya durante el juicio retiró tal argumentación.
La magistrada presidenta del tribunal, Nélida Cid, aclaró que ya no se pregunta a los jurados por este particular porque ha quedado acreditado, y ninguna parte discute, que no tenía ninguna patología ni alteración psiquiátrica que afectase a sus capacidades en el momento del crimen, de modo que era plenamente consciente de sus actos y de las consecuencias de los mismos.
Una vez que el jurado emita su veredicto, las partes deberán pedir la pena a la que consideran que debe ser condenado. Todos coinciden en que sea la prisión permanente revisable, una posibilidad recogida en el Código Penal a la que todavía no ha sido condenada nadie en España. De todas formas, será la magistrada la que imponga la pena en la sentencia, no es algo sobre lo que se posicionan los miembros del jurado.