A punto de cumplirse un año del hundimiento del Villa de Pitanxo en aguas de Terranova, el Gobierno central acaba de licitar un servicio de búsqueda, localización e inspección del pecio del buque pesquero, esto es, la bajada al barco hundido para poder avanzar en su investigación.
El contrato acaba de salir a licitación por un valor de tres millones de euros (3,6 millones con impuestos) y servirá de apoyo a la investigación del accidente que está llevando a cabo la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM).
El órgano responsable de la licitación es la Junta de Contratación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, departamento del que depende la CIAIM.
Este anuncio da respuesta casi un año después del accidente -el primer aniversario se cumplirá el 15 de febrero- a las peticiones realizadas por las familias de los marineros que fallecieron en el naufragio.
La portavoz de las familias, María José de Pazo, víctima de uno de los marineros cuyo cuerpo todavía no ha aparecido, ha realizado este viernes una valoración "positiva" de esta licitación "después de todo el tiempo que llevamos esperando".
Es es, según De Pazo, "un paso para alcanzar la adjudicación de la licitación", en la que llevan insistiendo desde que se suspendió la búsqueda en aguas de Canadá.
Además, la portavoz de las familias de la tripulación recuerda que llevan un año insistiendo en que era "plausible" que una empresa pudiese "acometer esta operativa de bajada". Ellos "siempre" han insistido en ello a pesar de la negativa inicial del Gobierno central durante los primeros meses tras el naufragio.
De Pazo lamenta que durante todo el año 2022 no se hubiesen realizado estas tareas de bajado al pecio, pero aplaude que finalmente pueda ser en 2023. Todo apunta a que hasta el verano no se darán las condiciones para que se pueda descender a la zona del hundimiento por las condiciones meteorológicas adversas en aguas de Terranova.
"No pudo ser en 2022, pero este año se podrá bajar o obtener todas las pruebas que pueda haber tras un año", ha señalado De Pazo, que confía en que esta operación se realice "en tiempo y forma".
El Villa de Pitanxo naufragó con 24 tripulantes, de los que 21 fallecieron y tres sobrevivieron, el capitán del barco, Juan Padín; su sobrino, Eduardo Rial, y el marinero Samuel Kwesi.
El capitán está investigado en la causa que se sigue por el naufragio en la Audiencia Nacional.