El gerente de Gescomar, la Sociedad Gestora de Cooperativas, Pablo Díaz, ha salido al paso de las reclamaciones a través de Change de los cooperativistas de Valdecorvos. Apunta que desde esta empresa siempre han apostado por finalizar el proyecto de los chalets previstos en estos terrenos situados en las cercanías de la parroquia de Mourente.
Díaz afirma que en los dos últimos años se han presentado cuatro o cinco propuestas para el proyecto y nunca han obtenido respuesta de los cooperativistas y alerta de que "no nos pagan ninguna factura desde el principio de la gestión. Nos vemos involucrados dentro de un problema en el que no recibimos respuesta".
Señala que en su momento llegaron a un acuerdo con Xestur dentro de una de las operaciones urbanísticas más importantes que se desarrolló en Pontevedra pero fue necesario solicitar aplazamientos para el pago de la parcela. Y por eso el proyecto se paralizó. Sin embargo, el gerente indica que siguen recibiendo dos o tres llamadas al mes preguntando por los chalets. "La gente que se quiera ir de los chalets que se vaya y que deje a la gestora que siga con el proyecto", afirma alegando que quieren mantener una actitud constructiva dentro de esta operación.
Ante esta situación, la administración puede dar más plazos para escriturar el solar mientras se busca financiación y comenzar el proyecto. "Lo que hay que hacer es buscar una gente que esté interesada", apuntan desde Gescomar. Y afirman que la Xunta de Galicia ha venido manteniendo contacto con los cooperativistas a través de la directora comercial y del secretario xeral de Vivenda. "Yo entiendo a los cooperativistas que van a por todas, pero la Xunta y los juristas dicen que está bien adjudicada y ellos eran conocedores de que, si no desarrollaban el proyecto, la Xunta les incautaba el dinero. Por nuestra parte, vamos a llevar el proyecto adelante. Llegaremos a acuerdo con los cooperativistas que quieran seguir".
En este sentido, Pablo Díaz apunta a que la última propuesta era la de un proyecto más tradicional frente a la primera que era una construcción muy contemporánea, blanca y moderna "que le gustaba a un abanico menor de gente. Ahora estamos viendo unos chalets de piedra", afirma.
Desde la empresa señalan que están estudiando montar la oficina en Pontevedra para que en un año pueda estar todo el proceso resuelto para iniciar las construcciones y mantienen la intención de establecer un diálogo con los cooperativistas. La promoción inicial establecía 11 chalets adosados, con 3 dormitorios, 2 baños, salón, cocina, bodega, trastero y 2 plazas de garaje y el precio se situaría entre 175.000 y 180.000 euros.