El fuego puso fin este sábado al Galo Fodorico y con él a más de un mes y pico de Entroido en el municipio de Poio.
El galo, radicalizado en los últimos tiempos hasta convertirse en un extremista antisistema, fue acompañado hasta la pira funeraria por un cortejo fúnebre que partió en una animada marcha desde la Praza do Mosteiro hasta la Plaza de Arís.
El séquito estuvo conformado por las comparsas poienses Canecos, Os 100 tolos y Priscila Raíña de Samieira, así como otras de Marín, Monte Porreiro, Arcade y Bora.
La música del Trío Azabache amenizó la fiesta.