El futuro del paso cerrado de las galerías Oliva tiene nueva fecha: irá a juicio el 12 de septiembre

Pontevedra
03 de mayo 2024

La causa se sigue por una reclamación de posesión, pues se abrió a raíz de una demanda de la familia Filgueira, propietaria de 14 bajos en esta zona comercial, para que se restituya ese paso, cerrado desde el 31 de enero de 2023 en el marco de las obras

Tramo cerrado de las galerías Oliva, en una imagen del 2 de mayo Mónica Patxot

Más de cuatro meses tendrán que esperar comerciantes y vecinos para saber si podrán volver a pasar por las galerías Oliva para salir a la calle Gutiérrez Mellado. El juicio previsto para revisar la apertura del paso se suspendió el pasado 25 de abril y ahora tiene nueva fecha. Se celebrará en septiembre. 

El juicio estaba previsto para dos jornadas, 25 y 26 de abril y se suspendió en el último momento a instancias de la parte demandada. Ahora, según ha podido confirmar PontevedraViva, se celebrará en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Pontevedra los días 12 y 13 de septiembre a partir de las 9.30 horas de la mañana y para él ya han sido citados un gran número de testigos, en especial, comerciantes y vecinos de la zona. 

La causa se sigue por una reclamación de posesión, pues se abrió a raíz de una demanda de la familia Filgueira, propietaria de 14 bajos en esta zona comercial, para que se restituya ese paso, cerrado desde el 31 de enero de 2023 en el marco de las obras.

Como parte demandada figura la empresa Cubreiro, propiedad de la familia Corbal, propietaria de la zona de las galerías que ya ha sido derribada, pues es la empresa que promueve el proyecto de demolición del edificio del número 3 de la calle Gutiérrez Mellado y el 11 de la calle Michelena, con el consiguiente derribo de una parte de las galerías, para hacer realidad un nuevo proyecto urbanístico. 

Este paso ahora cerrado llevaba abierto desde los años 60, poco después de la apertura de las galerías y era muy utilizada por la ciudadanía, de modo que los comerciantes aseguran que, con su cierre, les causa un gran prejuicio, al impedir a la población pasar por la zona y, de paso, detenerse en sus negocios.