Cerca de un centenar de personas acudieron este sábado en Vilaboa a la inauguración del recuperado entorno del Forno do Cal, que hasta hace unos meses estaba oculto por la maleza.
El acto fue sencillo y emotivo y todo el protagonismo fue para las personas que trabajaron en el Forno do Cal antes de su cierre. Familiares de los antiguos trabajadores acudieron al acto, que tuvo el mismo objetivo que la propia recuperación de este espacio, poner en valor su duro oficio y visibilizar el trabajo de las mujeres que en la historia muchas veces queda oculto detrás del trabajo de los hombres.
El alcalde de Vilaboa, César Poza, recordó que la inversión en la recuperación de este elemento patrimonial es una actuación que "piensa en el futuro pero que mira a nuestro pasado" y explicó que quisieron "rendirle homenaje las mujeres y hombres de Vilaboa, fundamentalmente de SanoAdrián y Santa Cristina de Cobres, que en el siglo pasado trabajaron aquí, en la Caleira".
También quiso mostrar el profundo agradecimiento del Concello a los vecinos y vecinas y las familias de aquellas personas que trabajaron en este espacio y que ofrecieron su testigo para contar la historia de Vilaboa a través de un tarea de recogida de la historia que hizo el alumnado de O Toural.
El trabajo documental de la comunidad educativa de O Toural y las aportaciones del Museo Etnográfico de Ribadavia, con especialista en la historia de la cal en Galicia, fueron la base del proyecto que permitió la rehabilitación del Forno do Cal y se muestra en unos paneles divulgativos y en realidad virtual a disposición de los visitantes.
El proyecto del acondicionamiento y rehabilitación se financió con fondos europeos, del Estado, de la Xunta y del propio Concello, es decir, con aportaciones de todas las administraciones a un proyecto que presentó el Concello ante el GALP-RÍA DE VIGO y que fue seleccionado para ejecutar en dos años.
La inversión total fue de 120.000 euros, de los que el Concello puso 27.000 euros y el resto las demás administraciones.
El alcalde agradeció la colaboración de la Comunidad de Montes de San Adrián con la cesión de terreno para la mejora del entorno, y extendió este reconocimiento a la Cofradía de Pescadores, a la Asociación de Mujeres de Vilaboa y al colegio de Riomaior. Tuvo también palabras de agradecimiento de la empresa Pesca Puerta, que cedió el uso al Concello y anunciaron una visita al Forno do Cal el próximo mes de marzo.