Un nuevo trámite amenaza con retrasar aún más el ansiado dragado del río Lérez, un proyecto ampliamente demandado, entre otros, por el gobierno municipal y el Club Naval de Pontevedra. Al estudio ambiental encargado por Portos de Galicia en 2012 se une ahora la realización de una prospección arqueológica subacuática en el tramo del río que se verá afectado, ante la posibilidad de encontrar en él vestigios de valor patrimonial.
Así se recoge en la comunicación que la Consellería de Cultura ha remitido al Concello de Pontevedra. En ella se detalla que el servicio de Arqueología, dependiente de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, ha autorizado el pasado 7 de febrero que se realice dicha prospección. Correrá a cargo del arqueólogo Miguel San Claudio Santa Cruz, que tendrá cinco días para llevar a cabo esta actuación. Dependerá de él mismo la fecha de inicio de estos trabajos.
Entre las condiciones que debe cumplir, además de los preceptivos requisitos para inmersión y tráfico marino, se encuentra que los materiales arqueológicos y demás documentación complementaria se depositarán provisionalmente en el Museo do Mar de Vigo, en el plazo de seis meses. Tendrá también que emitir los correspondientes informes sobre esta actuación una memoria técnica tras su finalización.
Desde Portos de Galicia señalan que se trata de un trámite que forma parte del estudio de impacto ambiental encargado por este departamento. Pero en todo caso, insisten en que por el momento aún no hay una fecha prevista para realizar esta actuación.
DETALLES DEL PROYECTO
Según se recoge en el estudio de impacto ambiental, el dragado del río Lérez propuesto por Portos de Galicia se realizará en un tramo de unos 3,2 kilómetros entre la bocana de los diques de conducción del canal de acceso, en las inmediaciones de la isla de Tambo, y el puente de la AP-9, a la altura del muelle de As Corbaceiras. Se actuará sobre una superficie de unos 173.000 metros cuadrados, en los que se incluye el canal de navegación y los taludes del río.
Para alcanzar los calados propuestos en el proyecto se prevé la extracción de unos 200.000 metros cúbicos de material, de los que el 18% son lodos o arenas muy finas, un 24% son arenas finas, un 13% son arenas medias y un 45% restante, arenas gruesas, muy gruesas, cantos y gravas. Todos ellos serán reaprovechados para la regeneración de los bancos marisqueros de Campelo y Tambo, siguiendo las indicaciones de las cofradías del fondo de la Ría.