El proceso de adjudicación del nuevo contrato del servicio de abastecimiento de agua y saneamiento de Pontevedra ha quedado paralizado.
Esta medida, adoptada por el Tribunal de Contratación Pública de Galicia, se toma a instancias del recurso presentado por una de las empresas licitantes, Aqualia.
Su oferta, según trascendió en su día, fue cuestionada por el informe técnico al entender que no incluía una serie de mejoras que se consideraban como obligatorias en el pliego de condiciones, lo que lastró sus posibilidades de hacerse con este suculento contrato.
Aqualia recurrió la adjudicación del contrato a la empresa Viaqua, actual concesionaria, que fue la compañía propuesta por la mesa de contratación para gestionar este servicio durante los próximos veinte años, por un precio global de 110 millones de euros.
La resolución del Tribunal de Contratación Pública de Galicia, a la que ha tenido acceso PontevedraViva, concluye que tras analizar las alegaciones presentadas ha de suspenderse la adjudicación impugnada.
Esta suspensión se mantendrá hasta que el tribunal dicte una resolución sobre el recurso presentado por Aqualia.
Contra esta decisión, advierte el organismo, no cabe recurso alguno.