Pontevedra tiene cerca de 4.000 elementos de señalización vertical colocados en las vías de titularidad municipal por todo su territorio. Algunos de ellos son, según los análisis preliminares, redundantes o están obsoletos por los cambios de la ciudad. De ahí que el gobierno municipal haya decidido hacer un inventario y revisarlos en su totalidad.
El objetivo es conocer el estado de estas señales, geolocalizarlos para un mejor control y decidir si es necesario ampliarlos o, incluso, reducirlos.
Este trabajo se realizará a través de la empresa adjudicataria del servicio de mantenimiento de la señalización horizontal y vertical de la ciudad, API Movilidad S.L.
Así, se eliminarán las redundancias y se retirarán todas las señales que estén obsoletas y en mal estado, colocando las nuevas que sean necesarios.
La inspección de todas las vías municipales busca reforzar la señalización de los pasos de peatones, tanto con señalización horizontal como con vertical; y estudiar la señalización direccional tanto de salida de la ciudad como de entrada, que está dirigida por unas 300 señales.
La intención es crear rutas direccionales para eliminar el tráfico de paso que atraviesa la ciudad y dirigir estos coches hacia los estacionamientos disuasorios o de pago.
Además, en cuanto el tiempo lo permita, se retomará el plan de pintados de las vías urbanas. Actualmente, quedan pendientes de pintar un 30% de las vías municipales, que se pretenden finalizar este año. Tendrán un trato especial los pasos de peatones y se hará una actuación integral en barrios como O Burgo, Monte Porreiro, Pontemuíños y Valdecorvos.