El convento de Santa Clara de Pontevedra, perteneciente a la Orden de las Clarisas, cerró sus puertas en septiembre de 2017, tras cerca de siete siglos de actividad religiosa. El motivo, no poder mantenerlo con las dos únicas monjas que permanecían en él, ambas de edad avanzada.
Este inmueble, protegido y catalogado como Bien de Interés Cultural, cuenta además con una huerta de unos 12.000 metros cuadrados, sobre la que el Concello siempre mostró su interés para abrirlo al público e integrarlo en la trama urbana de Pontevedra.
Pues bien, esa posibilidad está más cerca que nunca. El gobierno municipal ha confirmado que está ultimando las negociaciones para adquirir el histórico convento, una de las joyas del patrimonio cultural pontevedrés. Sería, destacan, una de las mayores operaciones urbanísticas de la historia de la ciudad.
"É unha gran noticia para Pontevedra", ha destacado el edil de Patrimonio histórico, Xaquín Moreda, que ha confirmado que el Concello es el "único negociador" que está sobre la mesa.
Moreda ha recordado que el gobierno municipal ya se había interesado por el convento tras su cierre pero, en aquel momento, las conversaciones no prosperaron. Principalmente por no existir un interlocutor apropiado con los propietarios del inmueble.
Tras buscar "activamente" nuevas vías de contacto, el Concello ha logrado avanzar en el diálogo con las Clarisas para adquirir el concento. "Hai unha total sintonía entre ambas partes", ha añadido el edil del BNG.
Asegura que la orden religiosa "ve cos bos ollos" que el convento pase a integrar el patrimonio municipal y que, por lo tanto, el inmueble se ponga a disposición de todos los pontevedreses, evitando que acabe siendo un "elemento de especulación", según Xaquín Moreda.
Al mismo tiempo que avanzan estas negociaciones, el responsable de Patrimonio ha explicado que el Concello estudia la forma de hacerse cargo del edificio. Por ahora, ha reconocido, ninguna de las dos partes ha hablado del dinero a desembolsar en esta operación.
En los próximos días los técnicos municipales visitarán el convento para revisar el edificio y su estructura, así como todas las instalaciones que existen "para evitar sorpresas", ha aclarado Moreda. A partir de ahí, ha dicho, se harán las valoraciones económicas.
El Concello entiende que esta operación contribuye a evitar la "degradación" de este patrimonio histórico tan importante para Pontevedra y que, al estar abandonado actualmente, corre el riesgo de acabar "arruinado".
Con su adquisición Pontevedra ganaría un espacio de más de una hectárea en pleno centro de la ciudad, repartido entre los 4.419 metros cuadrados del convento más los 8.506 metros de la huerta, que se convertiría en una zona "importante" de esparcimiento, afirma el edil, en una ubicación "óptima", muy cerca del río Lérez y pegado a la Plaza de Barcelos.
"Estamos ante unas negociacións únicas e temos que aproveitar esta oportunidade temporal", ha defendido Xaquín Moreda, que considera que abrir este espacio para la ciudadanía de Pontevedra es una "prioridade" para el gobierno municipal.
En todo caso, Moreda ha reiterado que "haberá que ver o que piden polo convento" y revisar el estado en el que se encuentra porque "evidentemente", ha añadido, el Concello no está dispuesto a pagar cantidades astronómicas por el inmueble.