La portavoz del gobierno local de Pontevedra, Anabel Gulías, ha culpado a la Xunta de Galicia de crear un problema con los botellones que cada fin de semana reúnen de manera masiva a jóvenes, en calles del centro histórico para beber bebidas alcohólicas "un problema que o Concello tiña resolto desde hai anos e agora a Xunta créalle un problema novo".
Este fin de semana se han vuelto a repetir estas concentraciones en la zona monumental de Pontevedra, especialmente, en el entorno de las calles Padre Luis y Naranjo por lo que el Partido Popular ha vuelto a registrar una solicitud para que el Concello convoque la Junta Local de Seguridad ante la "normalización del botellón en pleno centro histórico de Pontevedra".
La concejala del PP, Silvia Junco, ha afirmado que "la inseguridad que se vive cada sábado nos obliga a actuar con la máxima de las urgencias".
A juicio del gobierno local, estos "desaxustes" se producen por los límites derivados de la pandemia con las restricciones de aforos y "pola limitación económica para entrar nos locais" ya que acceder a un pub "ten un custo que non todos os petos poden soportar".
Pero el Concello de Pontevedra señala singularmente a la modificación de la Ley de Salud Pública en Galicia, del pasado mes de febrero, que prohíbe "el consumo en grupo de bebidas alcohólicas en la vía pública, parques y plazas públicas y otros lugares de tránsito público", es decir, el botellón. Para el gobierno local esta prohibición se hace, "dunha forma xenérica, sen ningunha garantía e ningún pensamento máis aló das consecuencias que podería ter".
Anabel Gulías ha asegurado que el botellón en Pontevedra estaba "controlado" desde el año 2008 cuando se habilitó para este fin la explanada del Recinto Ferial y el Parque Rosalía de Castro, trasladando al otro lado del río Lérez las reuniones que los jóvenes celebraban cada fin de semana en el casco viejo de la ciudad.
"A solución do Recinto Feiral no seu momento corrixiu todos os desaxustes de convivencia entre veciños, hostaleiros e a propia rapazada" ha apuntado Gulías. "Este problema estaba resolto e foi a Xunta de Galicia quen introduce ese novo matiz que dificulta e trae desaxustes no noso concello", ha añadido.
"Non había problemas de convivencia en Pontevedra por estas cuestións e agora si que os hai", ha insistido la portavoz del gobierno local.
Según Anabel Gulías, "la Xunta debería haber estudiado las consecuencias" y se ha preguntado "que é o que vai pasar co San Froilán ou coa Festa do Albariño?" porque en la Ley de Salud Pública en Galicia "non se prevén excepcións", ha asegurado.
La administración local ha ordenado un refuerzo de la presencia de la Policía Local en la zona donde se focaliza la celebración de botellones. "Se están tomando las medidas pertinentes" y las sanciones correspondientes, según ha indicado.
"Desde o Concello estamos a buscar alternativas para esta situación, á que insisto conduciunos a propia Xunta de Galicia", aunque no ha detallado qué tipo de medidas barajan los responsables municipales "estamos a estudar en detalle todas as posibilidades que temos para volver a situacións máis vantaxosas", concluyó la portavoz municipal.