El cierre de sucursales bancarias de Abanca en pequeños núcleos sigue motivando reacciones por parte de las administraciones locales afectadas. En el caso del Concello de Poio, la primera de las acciones tendrá lugar la próxima semana. El gobierno local lleva una moción en la que se deja constancia de su rechazo al cierre de la oficina bancaria en Campelo y aboga, no solo por su mantenimiento sino por el aumento de los servicios a la ciudadanía.
La Junta de Portavoces celebrada este viernes ha avanzado además otras acciones como es la retirada de los fondos y la cancelación de las cuentas que el Concello tiene con Abanca. De igual forma se iniciará una campaña informativa entre las asociaciones de Poio para que esa misma medida "se haga de forma conjunta".
También contactarán con otras entidades bancarias para que se preste este servicio que ahora peligra en Campelo. Solicitarán a la FEGAMP una reunión con los ayuntamientos afectados por esta misma decisión y trasladarán a la Xunta, Parlamento gallego y Abanca la oposición de este Concello al cierre de la sucursal.
Finalmente, advierten que están dispuestos a emprender las acciones de protesta que sean necesarias para frenar la desaparición de esta oficina bancaria en septiembre.