El cierre del convento de Santa Clara abre, según el alcalde, la posibilidad de recuperar "para toda a cidade" un espacio que Miguel Anxo Fernández Lores ha calificado como un "gran patrimonio" arquitectónico y ambiental.
Así, ha anunciado que el Concello intentará incorporar este convento al espacio público de la Boa Vila. El gobierno municipal está dispuesto, ha dicho el alcalde, a "liderar" un proceso de negociación con sus actuales propietarios que permita, a corto o medio plazo, no solo mantener el inmueble sino abrirlo a toda la ciudadanía.
Lores ha querido mostrar el "máximo interese" del Concello por hacerse "pola vía que sexa" con este conjunto, construido entre finales del siglo XIII y mediados del siglo XIV. Se trata de un inmueble protegido y catalogado que "se deberá conservar", aunque pueda tener usos múltiples.
Por ello, el alcalde garantizó que, pase lo que pase, no podrá reaprovecharse con fines inmobiliarios. "Que ninguén teña dúbidas. Non se especulará con el, non o vamos a permitir", aclaró Fernández Lores.
La incorporación de este conjunto al espacio público sería, según el regidor capitalino, una "mellora sustancial" para Pontevedra. Al ser una ciudad compacta "non hai posibilidade de incorporar grandes espazos" al entramado urbano. La última operación fue, en ese sentido, la Alameda y el parque de las Palmeras, a finales de siglo XIX.
El alcalde ha señalado que el Concello está "aberto" a negociar con otras administraciones para realizar una ofensiva conjunta para lograr la titularidad del convento de Santa Clara y de todos sus espacios. Dependiendo de estos acuerdos, ha explicado, el inmueble "podería ter uns usos ou outros", pero siempre con un carácter "público".
Fernández Lores reconoce que si el Concello logra hacerse con el convento "vai a requirir un investimento importante", no solo para su restauración sino también para adecuarlo al destino que se elija en su momento.
A este respecto, el alcalde ha señalado que además de los edificios históricos, la huerta es "intocable", al igual que el muro perimetral colindante con Barcelos. Pero el gobierno municipal no descarta buscar alguna fórmula para poder abrir ese espacio hacia la plaza y crear una gran zona verde "para disfrute dos cidadáns".
MAREA PIDE ABRIR EL JARDÍN
Al hilo del anuncio de cierre del convento, Marea Pontevedra ha pedido que el Concello se implique, junto con otras administraciones, en la defensa del patrimonio artístico y monumental de este conjunto histórico y evitar que se pueda "dilapidar o deteriorar" tanto la iglesia conventual como los edificios anexos.
Esta propuesta podría contribuir, según Marea, a que un espacio "tan desconocido y no accesible" hasta ahora como el jardín del convento, se pueda convertir en un espacio de ocio para toda la ciudadanía.
El jardín cuenta con una superficie de 9.500 metros cuadrados y con una gran riqueza arbórea y paisajística. En él se pueden encontrar, entre otros, viñedos, una huerta urbana y una gran variedad de árboles con mucha historia, que abarcan desde castaños hasta secuoyas.