La Xunta de Galicia acaba de incorporar a la dotación tecnológica del centro de salud de Vilanova de Arousa un nuevo retinógrafo, con una inversión de más de 18.000 euros.
Para efectuar las revisiones de retina, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) introduce este aparato con el que efectuar retinografías digitales, son unas pruebas que permiten el diagnóstico precoz de las enfermedades oculares más frecuentes en pacientes diabéticos, pero también prevenir la ceguera en estos enfermos.
La realización de estas pruebas con el nuevo retinógrafo en el centro vilanovense facilita, además de la detección y el tratamiento en los tiempos recomendados, evitar desplazamientos de pacientes a los centros hospitalarios, adecuando los recursos específicos de Oftalmología y facilitando la comunicación y coordinación entre los niveles asistenciales.
Este nuevo equipo garantiza una imagen de alta calidad y supone ventajas para los profesionales puesto que su uso es sencillo y versátil. El retinógrafo, emplazado en una platafoma móvil, se ubica en un espacio en el centro de salud vilanovense que permite la realización de estas pruebas de manera confortable para los pacientes y profesionales.
Las afecciones de la retina son una complicación frecuente de la diabetes. Provoca diversas lesiones en la retina -retinopatía diabética- que, aunque en sus fases iniciales no muestran ninguna síntomatología, a lo largo de su evolución natural sin tratamiento pueden llevar a una merma de la agudeza visual e incluso a la ceguera. Lo más importante es que, si se tratan de forma adecuada y precoz, es posible atenuar e evitar por completo la afectación de la visión.
Las retinografías digitales se transmiten a través de la red a los profesionales de Medicina de Familia, así como a los efectivos que habitualmente prestan asistencia sanitaria a las personas con diabetes. Todos ellos reciben previamente la formación necesaria para la valoración e interpretación de las imágenes del fondo de ojo.
En el caso de detectar o sospecharse lesiones, las imágenes son transferidas automáticamente a los respectivos especialistas del área sanitaria para su valoración. Solamente en caso de que se confirmen lesiones de retinopatía diabética se cita al paciente en las consultas de oftalmología para su tratamiento y seguimiento. Las personas con resultados normales se reintegran a la programación para que se les realicen nuevos controles de manera regular, con una periodicidad de uno a tres años según las características individuales de riesgo de desarrollar retinopatía diabética.