Después que las llamas, que en las últimas horas amenazaron el campus de Vigo, se acercaran a tan sólo 400 metros de los terrenos sobre los que se asienta la institución académica, la Universidad de Vigo recuperó este martes las clases, suspendidas tras la decisión adoptada por el equipo de Gobierno en la tarde del domingo.
La cercanía de las llamas, que en la tarde de ayer afectaron al Galiñeiro, Zamáns y a la avenida Clara Campoamor sumada a la incertidumbre de su evolución por culpa del viento, llevaron al rectorado a acordar la evacuación del campus de Vigo y muy especialmente de la residencia de estudiantes, ocupada en ese momento por unos 65 alumnos, que fueron trasladados en un autobús municipal a un hotel del centro de Vigo.
"El campus de Vigo, dentro de la desgracia que nos rodeó, tuvo suerte de no verse afectado. Es cierto que las infraestructuras estuvieron en riesgo en algún momento porque las llamas se acercaron, pero la realidad es que el campus libró bastante bien. Aquí la situación no fue tan dramática si se compara con lo que estaba pasando en otros sitios", explica el gerente, Manuel Fernández Jáuregui, que confirma la vuelta a la normalidad en el campus desde primera hora de la mañana, con la apertura de todos los centros nos horarios habituales.