El BNG de Poio realizó este jueves una evaluación del primer año de gobierno del PP en el municipio, calificándolo como "un ano de retrocesos".
La portavoz municipal del BNG, Marga Caldas, señaló que el gobierno de Ángel Moldes no ha avanzado en proyectos importantes y vive de las rentas del anterior equipo de gobierno.
Caldas destacó que el proyecto más necesario y demandado por la vecindad, el nuevo centro de salud, está paralizado a pesar de que el anterior gobierno ya adquiriera los terrenos en la Canteira de Graña. Según el BNG, estos terrenos se han convertido en un vertedero, ejemplificando el abandono de los servicios públicos.
Además, proyectos paralizados por la Xunta durante años, como la mejora de la seguridad vial en la PO-308 o el polígono de Fragamoreira, siguen bloqueados. Los espacios públicos también sufren abandono, especialmente las zonas verdes y los senderos azules, generando descontento entre la vecindad.
En cuanto a la gestión económica, Caldas acusó al PP de mentir sobre la deuda y los impuestos, ya que no solo no han bajado los impuestos, sino que aprobaron nuevas operaciones de crédito, como la de más de 700.000 euros en septiembre de 2023.
El BNG también criticó la hipocresía del PP respecto a los sueldos públicos, destacando los elevados salarios de los ediles y la contratación de un asesor adicional para suplir las carencias del gobierno.
Además, denunciaron la promesa incumplida de recuperar el servicio de pediatría por las tardes y la falta de renovación del contrato de gestión de basura con la empresa Valoriza, lo que ha llevado a la convocatoria de una huelga.
"O Partido Popular mentiu a todos os veciños de Poio para chegar ao goberno”, aseguró Caldas.
Caldas concluyó que el alcalde y los ediles están provocando una regresión en Poio, actuando sin mirar por el bien de la gente. La portavoz del Bloque se comprometió a seguir defendiendo los intereses de todos y a realizar una oposición activa frente a la parálisis y retroceso del gobierno actual.