Pasados diecinueve minutos de las nueve de la noche, el 112 Galicia recibió una llamada. Una persona alertaba de que la barrera de protección del puente de Pedre, en Cerdedo-Cotobade, estaba completamente destrozada. Eso solo habría pasado si un vehículo había caído por allí.
Era el inicio de un rescate que las autoridades definen como "complejísimo". Un autobús de Monbus, que cubría la línea Lugo-Vigo, se había salido de la vía y, tras caer desde el puente durante unos 40 metros -según los cálculos de la Guardia Civil-, acabó sumergido en el río Lérez.
Durante horas, ya entrada la madrugada, el dispositivo desplegado logró rescatar con vida a dos personas, el conductor del autobús y una pasajera, mientras que otros dos viajeros fueron hallados ya fallecidos. Al menos otras tres personas siguen desaparecidas.
Los dos supervivientes fueron evacuados al Hospital Clínico de Santiago -el conductor- y a Montecelo, en Pontevedra, según informan fuentes del 112 Galicia.
Las tareas de rescate tuvieron que suspenderse por las malas condiciones: un elevado caudal del Lérez, mucha corriente y un nivel de agua en el interior del autocar que ya tocaba el techo del vehículo. Se retomaron este domingo.
Bomberos y efectivos de grupos de emergencias han vuelto al escenario de los hechos, Pedre, para proseguir con la búsqueda. Probablemente, se unirán más medios y recursos, pues seguramente se necesite inspeccionar el cauce del río y sus márgenes.
Allí, además de los bomberos, están trabajando efectivos del grupo de rescate en altura y acuático y de los GEAS de la Guardia Civil, personal sanitario del 061, el GES de A Estrada y Protección Civil de Cerdedo-Cotobade.
Está prevista la salida del helicóptero Pesca 1 de los Gardacostas de Galicia, en cuanto mejore el tiempo y se ha instalado un puesto de mando avanzado, albergue y anfibio, que incluye expertos del grupo de intervención psicológica en catástrofes del Colegio de Psicología de Galicia.
Para acceder hasta el vehículo, los bomberos tuvieron que emplear una línea de vida, para sujetarse desde el punto más elevado del puente y poder acceder hasta el autobús.
Hubo, además de la llamada que alertaba del accidente, una segunda comunicación telefónica con los servicios de emergencias. Esta vez, desde el interior del autocar.
De esta manera, se conocieron nuevos datos, como que el trayecto que había seguido el vehículo de la empresa Monbus o que, tras caer, al río el habitáculo se comenzó a llenar de agua. Sobre el número total de pasajeros, poco se pudo precisar, entre seis y ocho.