Juan Antonio Lusquiños ha vuelto a sentarse ante un tribunal por el asesinato de Conchi Reguera, su exnovia, a la que mató el 24 de octubre de 2014 en Ponte Sampaio. Su objetivo, que se le rebaje la pena de 20 años de prisión impuesta por la Audiencia de Pontevedra por este crimen machista.
El autor del crimen ha apelado ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, al entender que en su caso concurren las circunstancias modificativas atenuantes de arrebato y confesión y que ninguna de ellas fueron consideradas en su día.
Su abogado ha explicado que, el día del crimen, Lusquiños "no tenía plena consciencia de la realidad" y que no se encontraba bien psicológicamente porque "no había superado la ruptura sentimental con la víctima", a la que mató por un "arrebato".
Además, solicita que se valore la circunstancia atenuante de que confesó haber matado a su exnovia, pues lo hizo "en el momento de su detención", según los hechos probados.
La Fiscalía, por su parte, pide que se desestime el recurso y se confirme íntegramente la sentencia, al considerar que los argumentos de la defensa fueron desestimados durante el juicio y que el acusado "comprendía la realidad, tenía intactas e inalteradas sus capacidades mentales para comprender lo que hacía".
Con respecto a la confesión, el fiscal entiende que no supuso ninguna colaboración porque "ya se sabía su participación en los hechos", por lo que rechaza que se le rebaje la pena por esta cuestión, al igual que ha hecho la acusación particular.
La sentencia de la Audiencia de Pontevedra, en donde Juan Antonio Lusquiños fue juzgado por un jurado popular, consideró probado que el acusado esperó a la mujer en las inmediaciones de su domicilio y que, con permiso de la víctima, se subió a su coche una vez llegó.
Lusquiños dio muerte a Conchi Reguera, según el fallo judicial, en plenas facultades mentales, por sorpresa y de forma brutal, "sin que ella pudiese reaccionar y defenderse". Le apuñaló una veintena de veces y tan solo dejó de hacerlo porque un hombre, alertado por los gritos de la víctima, descubrió lo que estaba haciendo "y no porque quisiera hacerlo voluntariamente".
Aunque confesó los hechos cuando fue detenido, la sentencia concluyó que no considera que esto haya supuesto ninguna colaboración por su parte para esclarecer el crimen, puesto que en ese momento ya se sospechaba de su participación en los hechos y se habían abierto actuaciones judiciales contra él.
Además de los 20 años de cárcel, el autor de este crimen machista no podrá residir -y ni siquiera acudir- en el lugar de Acevedo, el término municipal de Ponte Sampaio o la ciudad de Pontevedra durante 25 años, a contar tras su salida de prisión, lugar en el que se encuentra desde que cometió este asesinato.
La sentencia también le obligaba a indemnizar a los familiares de Conchi Reguera por su muerte. En concreto, con 120.000 euros a sus padres y con 60.000 euros a sus tres hermanos, a razón de 20.000 euros para cada uno.