Pontevedra ha cerrado el mes de marzo con 1.330 demandantes de empleo menos en las oficinas públicas de empleo. Así se desprende del último balance oficial del Ministerio de Trabajo coincidiendo con un mes en el que se aliviaron las restricciones aprobadas por la Xunta de Galicia para frenar la expansión de la tercera ola de la pandemia.
Según los datos facilitados este martes por el Ministerio de Trabajo, la cifra total de demandantes de empleo en la provincia era a 31 de marzo 70.190, un 1,86% menos que un mes antes.
A pesar de este descenso, las cifras del paro siguen reflejando un empeoramiento del mercado de trabajo desde el inicio de la pandemia y en la provincia de Pontevedra hay 1.489 demandantes de empleo más que un año antes. El paro creció un 2,17% con respecto a marzo de 2020.
Por sexos, las mujeres siguen suponiendo el mayor porcentaje de demandantes de empleo. Así de las 70.190 personas registradas en las oficinas de empleo de Pontevedra, el 58,1%, un total de 40.784, son mujeres. Hay 29.406 hombres, el 41,9%. Por edades, el 4,2% de los demandantes de empleo son menores de 25 años.
En Galicia, el comportamiento fue coincidente y se registró un descenso del 2,43% en el número de personas registradas como demandantes de empleo. Con respecto a febrero, se contabilizan 4.509 personas paradas menos y la cifra total se sitúa en 180.719.
A nivel autonómico, el número total de demandantes de empleo también es superior al de un año antes. En marzo de 2020 había 6.238 parados menos, cifra que supone un 3,58% menos.
También a nivel estatal se vivió un descenso del paro según las cifras facilitadas este martes por los Ministerios de Trabajo y de Seguridad Social. El paro se redujo en 59.149 personas, hasta situarse en 3,94 millones de personas desempleadas inscritas en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), y la Seguridad Social sumó 70.790 nuevos afiliados de media.
Este descenso supone la tercera mayor bajada de la serie histórica y el mejor dato para un mes de marzo desde 2015. El Gobierno destaca que se produce una vez superado el impacto de la tercera ola de la pandemia, que ha permitido suavizar restricciones que inciden en la actividad económica.
A la hora de entender los datos cabe reseñar que la cifra de desempleados no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).