A petición propia. Así ha declarado en las últimas horas Marcos Vidal González, el único acusado del crimen de Ponte Caldelas, en el juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra. Los detalles de su declaración no han trascendido pero diversas fuentes aseguran que modificó ligeramente su versión inicial sobre lo sucedido.
Marcos Vidal es el autor confeso del crimen que, el 28 de noviembre de 2015, acabó con la vida de Manuel Rivas Muíños, un hombre de 39 años muy conocido en la localidad pontevedresa. Lo mató a cuchilladas en el portal de su vivienda.
La víctima había retomado la relación matrimonial con su pareja, con la que el homicida había mantenido una relación sentimental durante su separación. Tras mantener una fuerte discusión con él, le apuñaló en reiteradas ocasiones hasta matarlo.
Tras cometer el crimen, el joven huyó del lugar. Posteriormente, él mismo llamó a la Guardia Civil para confesar lo ocurrido y decir dónde se encontraba. Poco después, los agentes lo detenían en las cercanías de la playa fluvial de A Calzada.
Según informa Carlos García en Faro de Vigo, el acusado modificó esta versión y aseguró que la mujer de la víctima tenía conocimiento de los hechos. Ante la jueza ha asegurado que le había manifestado su intención de divorciarse y que fue ella quien le pidió que, el día del crimen, acudiese al domicilio para hablar con su marido.
Además, habría declarado que fue ella quien avivó el enfrentamiento entre ambos, provocando el fatal desenlace.
Por ahora, la titular del juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra ha rechazado llamar a declarar a la mujer de la víctima en calidad de investigada, lo que antes se conocía como imputada.