El abogado del parricida confeso de Moraña asume todas las acusaciones y la prisión permanente revisable

Pontevedra
05 de julio 2017
Actualizada: 17:41

El letrado defensor modifica sus conclusiones preliminares, en las que alegaba un trastorno mental transitorio de su cliente. Está conforme con las acusaciones "al haberlo manifestado así en el acto del juicio oral David Oubel de manera libre y haber perdido perdón y haber manifestado que se arrepiente de los hechos"

David Oubel, a la salida de la Audiencia de Pontevedra
David Oubel, a la salida de la Audiencia de Pontevedra / Mónica Patxot

El juicio por el doble parricidio de Moraña encara su recta final con una previsible condena a David Oubel. Este jueves los miembros del jurado se encerrarán a deliberar para lograr un veredicto tras asistir este miércoles a una segunda sesión de la vista oral en la que el abogado defensor del único acusado, Luciano Canedo, mostró su total conformidad con todas las conclusiones y acusaciones del fiscal

El único procesado, David Oubel Renedo, confesó en la primera sesión de la vista oral el brutal crimen. Este miércoles, tras los informes de los peritos, en el momento de sus conclusiones, el abogado defensor dio a conocer al tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial que modificaba sus conclusiones preliminares, en las que alegaba un trastorno mental transitorio de su cliente. Ahora ha manifestado su "conformidad con los hechos relatados por las acusaciones", que califican los hechos como dos delitos de asesinato con alevosía agravados. 

Además, el abogado defensor mostró su conformidad con todas las conclusiones del fiscal, de tal modo que asume su petición de condena. Tanto el representante del ministerio público, Alejandro Pazos, como el abogado de la madre de las fallecidas, Valentín Vallejo, piden que David Oubel sea condenado a la pena de prisión permanente revisable, de modo que el letrado del acusado, al asumir sus conclusiones, no se opone a esa condena. 

En sus conclusiones, el letrado señaló que estaba conforme con las acusaciones "al haberlo manifestado así en el acto del juicio oral Don David Oubel de manera libre y haber perdido perdón y haber manifestado que se arrepiente de los hechos". El acusado, ya parricida confeso desde la primera sesión del juicio, rompe así con toda posibilidad de ser absuelto por el doble crimen. De todas formas, todo queda pendiente del veredicto del jurado.

El fiscal del caso elevó a definitivas sus conclusiones provisionales y el abogado de la acusación también, aunque con un matiz, retiró la existencia de ensañamiento por parte de la víctima. Ambos realizaron un informe final en el que insistieron ante los miembros del jurado en que ha quedado "plenamente" demostrado que David Oubel es culpable del doble asesinato de sus hijas Amaia y Candela, tanto por su confesión como por las pruebas practicadas, tanto de los testigos como de los peritos y la documentación aportada. 

Alejandro Pazos insistió ante los miembros del jurado en que Oubel asesinó a sus hijas durante las vacaciones estivales que le correspondía pasar con ellas dentro del régimen de visitas y en que esa relación paterno-filial agrava los hechos, pues "es más reprobable matar a sus propias hijas que matar a unas niñas que no sean sus propias hijas". Además, insistió en las circunstancias referidas en el inicio de la sesión por los peritos, tanto que las niñas no tuvieron posibilidad de defensa como que el asesinato fue cruel y la naturaleza de las dos armas homicidas, pues la sierra radial eléctrica "produce unos resultados prácticamente incompatibles con la vida".

En su informe final ahondó también en que la pericial psiquiátrica puso de relieve que "ningún trastorno mental aquejaba al acusado en el momento de los hechos ni en los previos ni posteriores" y se ha descartado cualquier tipo de enfermedad o trastorno mental, así como un trastorno de la personalidad. "Se advierten rasgos de personalidad narcisista, un tanto psicopática, una absoluta falsa de empatía y frialdad", recuerda, pero, en todo caso, ninguna patología y "en ningún caso tenía afectadas sus facultades".

El abogado defensor no ha dedicado ni dos minutos a su alegato final, en el que se limitó a recordar que Oubel, en la sesión de este martes, confesó, mostró arrepentimiento y pidió perdón. Tampoco el propio procesado quiso hacer uso de su última palabra y se limitó a señalar: "No tengo nada más que decir que lo que ha dicho mi letrado".

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