El Salón de Oferta de Educación e Formación de Galicia Edugal, que se desarrolla esta semana en el Recinto Feiral de Pontevedra contiene algunas imágenes muy llamativas y que demuestran la calidad de los universitarios gallegos. Una de ellas es la presencia de un monoplaza de competición en el stand de la Universidade de Vigo.
En este espacio se encuentra Abel Fernández, un joven de Poio estudiante de la Escola de Enxeñería Industrial del campus de Vigo, que junto a Xacobe Atrio, estudante de Enxeñería Mecánica, explican a los visitantes las particularidades del vehículo, en el que se montó la conselleira de Educación Carmen Pomar en la inauguración del salón.
El vehículo ha sido diseñado, elaborado y financiado a través de un trabajo multidisciplinar en el que intervienen estudiantes de diferentes titulaciones del campus, desde los integrantes de Enxeñería, a alumnado de Ciencias Económicas, Telecomunicacións o incluso de la Facultade pontevedresa de Belas Artes. Se reparten por departamentos para participar en la Fórmula Student, una competición internacional entre universidades en la que se van estableciendo diferentes retos.
En esta competición tienen que enfrentarse a pruebas estáticas en las que deben justificar los gastos, el diseño o los motivos por los que escogieron un modelo de vehículo y no otro. Y también cuentan con pruebas dinámicas. Abel Fernández afirma que llevan ya dos experiencias, una en el circuito alemán de Hockenheimring, en el que se encontraron con algunas dificultades y otra en Montmeló, en Cataluña, competición en la que quedaron novenos en la prueba grande.
Bajo la denominación equipo UVigo Motorsport, este grupo de estudiantes realizan estos proyectos con bastante autonomía respecto a la Universidade de Vigo, que les cede las instalaciones y recursos que puedan necesitar pero después el equipo económico es el que busca patrocinadores por parte de empresas privadas, que incluso cede piezas para la construcción o la mejora del coche.
Los objetivos para esta temporada se centran en mejorar el actual modelo y llegar a su máximo de cara a 2021 cuando en ciertas competiciones exigen que el coche sea autónomo en diferentes pruebas. Por ejemplo tendrán que hacer frente a pruebras en las que el coche deberá circular sin piloto durante 75 metros o realizar un circuito en forma de ocho para comprobar la estabilidad del vehículo en las curvas. En un plazo de dos años, el reto se encuentra en que el monoplaza recorra un circuito de manera autónoma, sin piloto.
"Somos como unha empresa propia, cos nosos prazos, os nosos problemas económicos", indica Abel Fernández con orgullo al hablar de este proyecto en el que participan estudiantes de diversos cursos de las distintas carreras con una idea muy profesional de cara a buscar sus primeros empleos.
El subdirector del Alumnado, Fernando Manzanedo, muestra durante estos días en Edugal su satisfacción por este equipo potenciado desde la Escola de Enxeñería Industrial, que también ofrece a los visitantes otras propuestas visuales singulares como una cámara termográfica, un brazo robot o un panel de energía fotovoltaica.