Cansado tras tres días de intensa actividad, pero visiblemente emocionado. Así se mostraba este martes Miguel Anxo Fernández Lores, tras recibir el premio que Dubái le ha hecho entrega por un modelo urbano "que fixemos entre todos os pontevedreses". Este premio ONU-Hábitat supone el mayor reconocimiento internacional que ha recibido Pontevedra, "un premio mundial por unha cidade amable e agradable", destacó el alcalde.
Apenas eran las diez y media de la mañana -siete y media en España- cuando comenzaba la ceremonia de entrega de estos premios ONU-Hábitat. La delegación Pontevedra, al igual que el resto de los premiados, llevaban ya un par de horas en el auditorio de la Asociación Cultural y Científica de Dubái, situada en Al Mamzar. Había que preparar el protocolo, porque aquí nada se deja a la improvisación, especialmente cuando el acto lo presiden las autoridades locales.
Y así, ofrecieron una ceremonia brillante y en la que no faltó ningún detalle y con la que Dubái quería demostrar lo bien que se les da organizar eventos de este tipo.
Con una puntualidad casi británica y con todo el público puesto en pie, sonaba el himno nacional de los Emiratos Árabes. Daba así inicio una gala en la que, tras el obligado rezo del Corán, tomaba la palabra Hussain Nasser Lootah, director general de la municipalidad de Dubái, institución que organiza estos premios desde 1996. Fue un discurso en árabe, en el que dijo que los galardonados "han cambiado para mejor las vidas de sus respectivas sociedades".
Al igual que el portavoz de ONU-Hábitat -que habló a continuación-, Hussain Nasser Lootah destacó que Dubái y las Naciones Unidas han recibido de nuevo propuestas llegadas desde todos los continentes "que nos ayudan a concebir un mundo mejor para todos". Y es que, tal y como señalaron, "no hay proyectos pequeños, todos contribuyen a conseguir el futuro que queremos, en el que se garanticen las buenas prácticas en materia ambiental".
Tras la proyección de un video en el que se resumían todas las iniciativas premiadas, fue el turno de la entrega el premio a Pontevedra. El galardón de ONU-Hábitat representa un barjil de oro. Se trata de una réplica de un antiguo sistema de aire acondicionado que tenían las casas dubaitíes para aminorar el calor del desierto. Con él, reflejan el marcado carácter medio ambiental que tiene el reconocimiento que ha recibido la ciudad.
El alcalde explicó que este reconocimiento "nos anima a seguir traballando de cara ao futuro, dar pasos adiante e seguir avanzando" en el modelo de ciudad
Miguel Anxo Fernández Lores como alcalde de la medina de Pontevedra -como así se refirieron a él desde el estrado- subió a recogerlo acompañado del intendente jefe de la Policía Local, Daniel Macenlle. También se les hizo entrega del diploma acreditativo del premio y del cheque por valor de 30.000 dólares que el Concello de Pontevedra, tal y como se había anunciado previamente, destinará casi en su totalidad a la Rede Axuda.
Después de que abandonaran el auditorio las autoridades locales, fuertemente custodiadas por numeroso personal de seguridad para evitar que nadie se acercara a ellos, un Fernández Lores más tranquilo mostró su "orgullo e satisfacción lexítimo" por este premio a Pontevedra, una ciudad "feita para os veciños e veciñas". Un reconocimiento, subrayó, "que nos dá folgos para facer o moito que nos queda por facer".
El alcalde explicó que este reconocimiento por parte de la comunidad internacional "nos anima a seguir traballando de cara ao futuro, dar pasos adiante e seguir avanzando" en relación a un modelo de ciudad "cohesionada" en la que, apuntó, "merece a pena traballar vivir e disfrutar dela nas mellores condicións ambientais posibles e todo feito con sentidiño común e o apoio de moita xente".
Y es que una cosa tiene clara el Concello de Pontevedra, señaló Miguel Anxo Fernández Lores. Este proyecto urbano no habría sido posible sin la colaboración y la implicación de toda la sociedad pontevedresa. Por ello, expresó su deseo de que todos los ciudadanos "reciban este premio con orgullo, como o recibe o seu alcalde e coa satisfacción do traballo ben feito", algo que espera que eleve la autoestima de los pontevedreses, "que nos fai falta nestes momentos".