Dentro de la apuesta del gobierno gallego para ampliar la oferta residencial pública en Pontevedra, los responsables de la Xunta han puesto sus ojos en dos terrenos situados en la zona de San Mauro.
Serían dos suelos urbanizables sobre los que ya ha encargado un estudio de viabilidad, para analizar si es posible construir en ellos alrededor de 1.500 viviendas nuevas, según ha anunciado este sábado la conselleira de Vivenda e Planificación de Infraestruturas, María Martínez Allegue.
A este respecto, Martínez Allegue ha destacado que la Xunta está avanzando con el Concello de Pontevedra en la cesión de suelo urbano y urbanizable para desarrollar más vivienda protegida, en el marco de la estrategia de suelo residencial que impulsa la administración autonómica.
En el caso de los suelos urbanos, ha confirmado, como ya había adelantado el alcalde, que la Xunta está tramitando la formalización del procedimiento de cesión de las tres parcelas que propuso el Concello en las zonas de Tafisa, Valdecorvos y As Devesas (A Parda).
"A cooperación cos concellos é fundamental", ha subrayado la conselleira de Vivenda, que ha agradecido toda la colaboración prestada por el gobierno municipal de Pontevedra en este ámbito.
Martínez Allegue hizo este anuncio en la visita que protagonizó, acompañada del alcalde de Pontevedra, Miguel Ángel Fernández Lores, al barrio pontevedrés de Valdecorvos.
Allí, a las 178 viviendas de promoción pública que está impulsando la Xunta -74 ya en construcción y otras 104 en dos inmuebles que están en tramitación- se sumarán cuatro viviendas que se habilitarán en dos bajos comerciales propiedad de la administración autonómica.
La transformación en viviendas de estos bajos, que no llegaron a tener uso, ha salido a licitación por unos 198.000 euros. Las empresas podrán presentar sus ofertas hasta el 9 de diciembre.
OBRAS EN LA SENDA DE MOLLAVAO Y CAMPAÑÓ
A mayores, la titular de Vivenda e Planificación de Infraestrucuras ha avanzado que están a punto de comenzar las obras de la senda peatonal entre Mollavao y Os Placeres, al largo de la carretera vieja de Marín, la PO-546, en las que la Xunta de Galicia invertirá 6,3 millones de euros.
El mismo camino seguirá el avance de la seguridad viaria de la PO-531 a su paso por la parroquia pontevedresa de Campañó, actuación a la que destinarán más de 862.000 euros.