Mariano Rajoy no llegó a ejercer ninguna acción contra el menor, un joven de 17 años, que el pasado 16 de diciembre de 2015 golpeó el rostro del presidente del gobierno en funciones cuando se encontraba en un acto de campaña del Partido Popular ante la fachada de la capilla de la Peregrina.
El joven había sido detenido tras propinar el puñetazo por un atentado contra la autoridad. Según publica este viernes el Faro de Vigo, en una información de Carlos García y M. Fontán, el juzgado de Menores de Pontevedra dictó el pasado 12 de mayo una sentencia en la que se imponen dos años en un centro de internamiento en régimen cerrado al menor y un año más de libertad vigilada. Esta decisión judicial se estableció después de que se llegara a un acuerdo de conformidad entre el abogado del joven y la Fiscalía de Menores. El agresor reconoció los hechos y se arrepintió en la vista ante el juez de todo lo sucedido. Esta actitud contrasta con la euforia inicial que manifestó al ser detenido.
El joven ha ha pasado seis meses en régimen de internamiento dentro de la medida cautelar establecida por el juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra, meses que se descontarán de la pena final. Por otra parte, el agresor, que ya ha alcanzado la mayoría de edad durante el mes de marzo de este año, deberá someterse a un programa de reeducación.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha indicado que la condena es por un delito de atentado a la autoridad del subtipo agravado recogido en el artículo 550.3 del Código Penal, aplicable en los casos en los que la autoridad contra la que se atenta es miembro del Gobierno o forma parte de los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas, del Congreso de los Diputados, del Senado o de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas, de las Corporaciones locales, del Consejo General del Poder Judicial, Magistrado del Tribunal Constitucional, Juez, Magistrado o miembro del Ministerio Fiscal.
El abogado del menor, Jorge Cubela, ha confirmado a PontevedraViva que alcanzó un acuerdo de conformidad con la Fiscalía de Menores de Pontevedra que ha tenido como resultado que la condena haya sido sin aplicarse la circunstancia de "extrema gravedad" que pedía inicialmente la Fiscalía.
Este cambio implica que ahora la sentencia podrá revisarse en cualquier momento durante de la condena en función de la evolución del chico, una posibilidad que reconoce la legislación aplicable a menores de edad, pero que no habría sido aplicable en caso de haberse aplicado la "extrema gravedad", sino que el cumplimiento de la condena debería haber sido íntegro. La revisión de la sentencia podría implicar que siguiese cumpliendo la condena en un centro abierto u otro tipo de medidas cautelares menos restrictivas que la de centro cerrado.
El abogado del joven, el pontevedrés Jorge Cubela, habló personalmente con Mariano Rajoy tras suceder los hechos para pedirle disculpas por la acción de su defendido y, según ha confirmado, el presidente en funciones le trasladó su intención de no personarse en la causa y, por lo tanto, no reclamar ninguna responsabilidad civil ni indemnización a su víctima.