Esa ha sido, entre otras, una de las consignas que han coreado las trescientas personas que, este miércoles, han participado en la manifestación que se ha celebrado en Soutomaior contra el pretendido trasvase de agua entre el río Verdugo y el embalse de Eiras, que abastece a la ciudad de Vigo y los municipios de su área de influencia.
Fue un punto de humor y retranca en medio de un asunto que está provocando un gran rechazo social en los ayuntamientos de baña el Verdugo como Ponte Caldelas, Soutomaior y Pontevedra y que tiene "muy preocupadas" a las más de doscientas familias que viven del sector del mar en esta zona.
Así lo ha reconocido Rita Míguez, la patrona mayor de la cofradía de Arcade, uno de los colectivos sociales, asociaciones de vecinos y grupos ecologistas que han respaldado esta movilización, convocada por el BNG de Soutomaior y que tuvo como punto de partida el histórico puente de Comboa.
Los mariscadores, al igual que el resto de afectados, lamentan la falta de información y la ausencia de estudios medioambientales sobre este trasvase.
"Enterámonos pola prensa", ha denunciado Míguez, a pesar de que "somos a maior empresa que hai en Soutomaior", y aunque la Xunta ya se ha reunido con ellos y les garantizan que será un trasvase "puntual" para resolver una situación de emergencia social, no terminan de fiarse.
Asegura que este trasvase provocará un descenso "notable" en el caudal del río, afectará a las corrientes y reducirá la cantidad de "alimento" que llega a los bancos marisqueros de la ría de Vigo y la ensenada de San Simón.
A esta tesis se suma el portavoz de la Plataforma en Defensa del Río Verdugo, Fernando Malvar, que ha explicado que el "sufrimento biolóxico" que provocará este trasvase será "moito maior" en las áreas más próximas a la desembocadura del río, provocando "importantes" pérdidas tanto desde el punto de vista ecológico como económico.
"O Verdugo é como unha persoa que está asfixiada, se lle apretas un pouco máis vai a acabar por morrer", ha señalado Malvar.
El trasvase prevé reducir a la mitad del caudal actual del Verdugo lo que "ya incumpliría", ha dicho, las normas "más básicas" de la Xunta de Galicia en materia de caudales ecológicos. Además, afectará a todo el sistema biológico del río, desde macroinvertebrados o pequeños bivalvos a "fauna máis vistosa" como lampreas, anguilas o salmones.
A la manifestación, que concluyó ante la EDAR situada a la orilla del río Verdugo, asistieron también el vicepresidente de la Deputación de Pontevedra, César Mosquera, o concejales de los grupos de gobierno de los concellos de Pontevedra y Ponte Caldelas, éste último con su alcalde a la cabeza.
Andrés Díaz ha reiterado que defenderá su rechazo a este trasvase "ante quen sexa" y ha lamentado que Augas de Galicia "non queira falar con nós". El alcalde asegura que "cada día que pasa" se encuentra "máis indignado" con esta actuación, sobre todo porque el canal para el trasvase pasará por A Ínsua, Silvoso y A Roca "que levan seis meses con cortes de auga".
Para Mosquera, este trasvase es un "atropelo" sobre el río Verdugo. Califica la actuación de Augas de Galicia como "delirante", ya que considera que "non ten ningún sentido" que se plantee esta obra antes de acometer mejoras en el embalse de Eiras o en su red de abastecimiento, en donde se pierde un 40% del agua que se distribuye.
"Van a captar máis para que se fugue máis", ha denunciado el vicepresidente del gobierno provincial, que ha garantizado que "dá igual quen sexa", el BNG mantendrá una posición "clarísima" en contra de este trasvase.