En pleno siglo XXI, la falta de accesibilidad en el transporte público sigue siendo una realidad que vulnera los derechos fundamentales de las personas con discapacidad en Galicia.
Esta situación afecta directamente la libertad de movimiento, el acceso al empleo, a la educación e incluso a la salud de estas personas, que se encuentran con obstáculos cada día para poder desplazarse de manera autónoma.
La Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (COGAMI) ha lanzado una nueva campaña de concienciación que pretende visibilizar este problema y exigir que los medios de transporte, tanto urbanos como rurales, cumplan con las normativas de accesibilidad.
Las personas participantes hacen referencia a los personajes de la serie Star Trek, recordando con ironía que la teleportación no existe y reclamando un transporte que permita el acceso a personas con movilidad reducida.
En Galicia, una de las acciones más destacadas tuvo lugar en la Praza de Ourense, en Pontevedra, donde varias decenas de personas se concentraron para denunciar las barreras a las que se enfrentan diariamente.
Paulo Fontán, presidente de la asociación Amizade, explica la situación afirmando que quieren poner de manifiesto la falta de accesibilidad en los medios de transporte que existen para que las personas con discapacidad puedan hacer su vida con normalidad.
La falta de accesibilidad en los medios de transporte es particularmente crítica en el ámbito interurbano.
Fontán señala que, mientras en el transporte urbano hay mejoras significativas, en el rural la situación es más complicada, con muchas dificultades y bastante imposibilidad de desplazarse entre comarcas vecinas.
El problema no se limita a los autobuses. Fontán subraya también la situación precaria en relación con los taxis y los trenes.
"Existe una normativa que establece que solo el 5% de los taxis deben ser accesibles, lo que permite que el 95% sea discriminatorio. Muchas veces, ni siquiera se cumple ese 5%", denuncia el presidente de Amizade.
La realidad ferroviaria tampoco es mejor: "No todos los trenes están habilitados para personas con movilidad reducida, y además, viajar en grupo es casi imposible, porque tanto en buses como en trenes las plazas adaptadas son muy limitadas".
De este modo, las personas manifestantes reivindicaban con este cántico el derecho a realizar viajes colectivos: "viajar juntos, sin que nadie quede atrás".
En relación con el nuevo servicio de coche de punto en el Concello de Pontevedra, desde Amizade señalan que desconocen si está funcionando atendiendo a la accesibilidad. Durante la elaboración de su normativa realizaron propuestas para mejorarlo con la idea de que alguno de los taxis que participan en este transporte a demanda esté adaptado.
Fontán señala que mientras la teletransportación no sea viable, los medios de transporte tradicionales deben cumplir con las leyes para que cualquier persona pueda hacer uso de ellos.
Y también ironiza para temerse que "cando exista o teletransporte, seguro que as cabinas teñen un chanzo o carecen de paneis en Braille".
Durante el acto, varios participantes dieron lectura a un manifiesto en el que se indicaba también que "queremos incluir la disponibilidad de puntos de recarga y suministro eléctrico para dispositivos médicos esenciales como los equipos de oxígeno líquido, fundamentales para personas con discapacidad orgánica que requieren apoyo respiratorio".
Además, reclaman que el personal de los medios de transporte esté formado, que conozca cómo poder asistir a las personas con discapacidad, asegurando que reciban un trato digno y adaptado a sus necesidades.
"Como conocedoras y conocedores de nuestra realidad gallega, vivimos mayormente en municipios rurales y son estas zonas las que deberían asegurar la accesibilidad del transporte", exponían en el comunicado.
La campaña, enmarcada en un movimiento estatal coordinado por la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), incluye acciones simultáneas en diferentes ciudades españolas y tiene un enfoque original y reivindicativo.