Pontevedra despidió este lunes a las atracciones y barracas de la fiestas de la Peregrina con la celebrada convocatoria del "Día del Niño".
En teoría el precio de las atracciones era el 50 % menos respecto al precio establecido en los días de feria, en el horario habitual de 17,00 horas a 22,00 horas. Sin embargo no todos los feriantes parecían saber dividir entre dos, puesto que lo que antes valía 3,50 se rebajó hasta los dos euros. Otros optaron por ajustar el tiempo de los viajes conforme a los nuevos precios.
Pero no hubo demasiadas quejas, bajo la máxima de "un día es un día" los resignados padres repitieron el milagro de los panes y los peces y de sus maltrechas carteras aparecieron suficientes monedas como para disfrutar de "sólo un viaje más, el último", como decía aquella madre a la que sólo media hora más tarde sorprendimos haciendo cola frente a otra atracción.
El buen tiempo propició la afluencia masiva de gente hasta la Alameda donde las colas se hicieron interminables. Los más animados eran los abuelos, empecinados en reactivar la economía española empezando por los bolsillos de los feriantes.
Sin embargo, la mayoría de los propietarios de los puestos lamentaban los escasos ingresos obtenidos en la semana grande de las fiestas de la ciudad. Todo eran quejas en atracciones como el Explorer, el Boomerang, el Salta Montes, el Barco Pirata, la noria, los caballitos, las camas elásticas, las tortugas ninja, o los coches de choque. Ahora toca recoger que llegan los ciclistas.