Detienen a un maltratador que se puso violento con su pareja y destrozó la vivienda delante de sus hijas

Pontevedra
06 de octubre 2019

La concienciación vecinal resultó fundamental esta semana en la detención de un hombre de 32 años por un delito de violencia de género. Un vecino alertó a la Policía Local porque en una vivienda próxima se escuchaban amenazas y fuertes golpes, además de una voz de mujer que chillaba: "no me pegues" 

Policía Local de Pontevedra Mónica Patxot

La concienciación vecinal contra la violencia de género contribuyó esta semana a la detención de un presunto maltratador que se puso violento con su pareja delante de sus hijas menores de edad y causó destrozos en la vivienda que compartían. 

Los hechos sucedieron sobre las 15.45 horas de la tarde del viernes día 4. Un vecino alertó a la Policía Local de Pontevedra porque en una vivienda próxima se escuchaban amenazas y fuertes golpes, además de una voz de mujer que chillaba: "no me pegues".

Varias patrullas de la Policía Local se desplazaron hasta el lugar indicado y, a su llegada, una mujer les abrió la puerta. Se trataba de la víctima, que relató a los policías que, momentos antes, su compañero sentimental se había puesto violento. 

Según el relato de la mujer, el agresor tiró objetos al suelo y rompió el cristal de una puerta y una televisión. Este último electrodoméstico lo destrozó de una patada.

En el momento de los hechos, estaban en la vivienda las dos hijas de la pareja, menores de edad, según la información facilitada por la Policía Local.

Los agentes detuvieron al presunto agresor, un vecino de Pontevedra de 32 años, como autor de un delito de violencia de género.

La Policía Local destaca que, una vez más, se ve la importancia que tiene la implicación de la sociedad en la erradicación de los delitos de violencia de género. Tanto en la violencia doméstica cómo en la de pareja se dan unas circunstancias tales (relaciones afectivas, ambiente de miedo, convivencia en un mismo domicilio...) que muchas veces dejan a las víctimas a merced del delincuente, de tal forma que la ayuda externa y la solidaridad ciudadana es, en ocasiones, la única forma de que su situación acabe por salir a la luz y sea detectada por las Fuerzas de Seguridad.