Hasta cuatro mil metros cuadrados para estancia peatonal o compartida. Es lo que pretende ganar Pontevedra cada año dentro de su objetivo de seguir avanzando para completar lo que el alcalde ha definido como una "cidade integradora e de gran calidade ambiental".
Ese es uno de los principales objetivos recogidos en el plan de movilidad urbana sostenible (PMUS) que, tras meses de trabajo, está a punto de ser aprobado. Así lo ha avanzado este martes Miguel Anxo Fernández Lores, que ha profundizado en el contenido de este documento.
El PMUS, ha apuntado el regidor pontevedrés, será una especie de "folla de ruta" para diseñar el futuro de la ciudad "a oito ou dez años", tomando medidas "equitativas" que limiten los tráficos innecesarios, mantengan los estándares urbanos y creen nuevos espacios de convivencia.
Con la entrada en vigor de este plan, que se prevé para este mismo año, todo el espacio urbano pasará a ser una zona de tráfico restringido,"reducindo paulatinamente os tráficos excesivos e chegando a ter só o necesario para que a cidade funcione", ha indicado Fernández Lores.
"Os cidadáns teñen dereito a utilizar o coche na cidade sempre en cando o tráfico que fagan sexa necesario, tentando reducir o tráfico de paso e o tráfico de axitación ou de busca de aparcadoiro", ha subrayado el alcalde como la idea central de este plan.
Para cumplir con la ley de transición ecológica aprobada por el Gobierno, no se cobrará por entrar en la ciudad con un vehículo a motor y tampoco será necesario el uso de etiquetas ambientales.
Pontevedra, según ha destacado el alcalde, "é a única cidade que pode facer algo así" debido a la transformación que ha ido experimentando en estas dos últimas décadas.
El plan que aprobará el gobierno municipal, de cara a conseguir estos objetivos, traza hasta 34 medidas específicas pensadas principalmente para mantener la seguridad actual en las calles de la ciudad seguras y reducir al mínimo todo tipo de siniestralidad viaria.
Para eso, además de ganar esos nuevos espacios de estancia peatonal o compartida, el PMUS aboga por seguir instalando reductores de velocidad en las calles más conflictivas o reordenar las zonas próximas a los centros educativos para acabar con los "barullos" actuales.
Entre las zonas de actuación identificadas, el documento apuesta por la reducción de tráfico pesado en Domingo Fontán, con la creación de la variante de Alba; por el estudio de soluciones para la circulación en Monte Porreiro o por "racionalizar" el tráfico en las vías paralelas al río y a la ría.
También se incluyen propuestas para reducir el tráfico en la zona este de la ciudad o en el entorno del Hospital Montecelo, para impulsar el transporte público y el servicio a demanda o para ampliar la red de estacionamientos disuasorios en el borde de la ciudad.
La instalación de barreras sonoras en la AP-9 para reducir la contaminación acústica del tráfico, aumentar la movilidad peatonal y ciclista con circuitos específicos o la mejora ambiental de las márgenes del Lérez, del Gafos o de la ría son otras de las medidas que se proponen.
El alcalde ha explicado que el PMUS estará a exposición pública en junio y, en esa fase, "queremos que se faga unha participación o máis activa posible", para que todos los ciudadanos puedan conocer y presentar propuestas que se puedan incorporar al documento.