El PP perdió en 2015 la Deputación de Pontevedra, pero la institución provincial sigue teniendo protagonismo en la apertura del curso político del partido a nivel nacional. Desde el año 2007 el acto se celebró ininterrumpidamente en el Castillo de Soutomaior, pero este año se rompió la cuenta al impedir el nuevo gobierno provincial de PSOE y BNG que el recinto que gestionan se utilice para actos políticos. La controvertida decisión obligó a buscar una nueva ubicación, la carballeira de San Xusto de Cotobade, y este sábado sirvió de arma arrojadiza para que los 'populares' criticasen la gestión del ejectutivo que preside la socialista Carmela Silva.
"Chegaron á Deputación dicindo que ían abrir portas e ventanas e van pasar á historia por un primeiro ano de goberno no que non abriron unha soa ventana e pecharon todo un castelo", criticó el presidente provincial del partido, Alfonso Rueda, en su intervención en San Xusto.
El alcalde anfitrión de Cotobade, Jorge Cubela, ya había abierto el acto mostrando su orgullo por poder sustituir a Soutomaior en estas lides y criticando la actitud de la Deputación, pero si alguien fue especialmente duro con la decisión fue el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, que envió todo su cariño para Soutomaior y recordó que en España hasta la Democracia estuvieron ilegalizados los partidos políticos y ahora al PP "parece que nos ilegalizaron en Soutomaior" y que lo hizo "un partido en teoría democrático"
Frente a esa actitud, erigió la carballeira de San Xusto como "símbolo de unión para Galicia e para España", pero realizó una interpretación sorprendente al asegurar que el Concello de Cotobade acogía este encuentro "por primeira vez e por última". Después de la sorpresa inicial por el anuncio, aclaró el motivo cargado de elogios por el que hacía tal afirmación, que el año que viene Cotobade estará fusionado con Cercedo, de modo que, si el enclave se repite, ya será un ayuntamiento nuevo que se llamará Cerdedo Cotobade.
Aprovechó Feijóo para elogiar a los alcaldes de los dos municipios, Jorge Cubela e Xosé Balseiros, por dar "unha mensaxe a todos os galegos e españois" al apostar por la fusión, "que non é outra cousa que apostar pola futuro e garantir que estarán aquí dentro de 100 anos".
Las referencias al nuevo escenario también estuvieron presentes en el discurso del presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, que recordó que "os echaron de Soutomaior, pero nos queda el recuerdo, eso no nos lo pueden quitar". A pesar de que se muestra seguro de que "pronto, si queremos, volveremos allí", insistió en que "en cualquier caso, ganamos esta carballeira" que está "convencido" de que "será origen de muchas alegrías para nuestro partido".
El acto tuvo mucha carga de política nacional al anunciar Rajoy su confianza en que "podamos cerrar pronto un acuerdo" con Ciudadanos y Coalición Canaria para que le apoyen en su investidura y apelar, una vez más, a la responsabilidad del PSOE para no seguir bloqueando la creación del nuevo ejecutivo, si hubo un protagonista indiscutible fueron las elecciones autonómicas del 25 de septiembre. Rajoy se deshizo en elogios hacia Feijóo y su proyecto político, que "ofrece a los gallegos una Galicia estable, moderada y dinámica", y el presidente gallego pidió la ayuda de los suyos para ganar los comicios y evitar en la comunidad "los líos internos que tiene cada partido que conforma el lío del multipartito".