Hasta la pasada semana era un perfecto desconocido para los afectados por las preferentes pero él mismo se encargó de darse a conocer con unas polémicas declaraciones en las que José Manuel Cores Tourís dejó bien claro que, como delegado territorial de la Xunta de Galicia en Pontevedra, no toleraría encierros en las instalaciones de la Xunta.
"A min, se me pasa aquí, eu teño clarísimo que desaloxo a quen sexa. Aquí non queda pechado ninguén", dijo la pasada semana. Hoy los afectados le hicieron una visita.
Un centenar de personas pertenecientes a las plataformas de Pontevedra, Marín y O Salnés se dirigieron a la sede de la Xunta en Pontevedra para hablar con el delegado.
A la puerta les estaba esperando un cordón policial para impedir ese encuentro.
Los afectados se concentraron a las puertas del edificio adminsitrativo donde leyeron un comunicado en el que exigían a Cores Tourís una "rectificación y disculpas públicas" por esas manifestaciones en las que "muestra un total desprecio hacia los afectados, tratándonos como apestados" además de "esgrimir amenazas sin fundamento alguno".
Los portavoces de las Plataformas de Pontevedra-Marín y O Salnés, entraron custodiados al interior del edificio donde presentaron en el registro un escrito dirigido al Delegado territorial. Aunque intentaron acceder a la novena planta para hablar personalmente con José Manuel Cores, un responsable de la Policía Autonómica les impidió el paso.
Algo similar les ocurrió a primera hora de la mañana en Deputación donde presentaron otra solicitud de entrevista, en este caso, dirigida al presidente, Rafael Louzán.