Colegios, bibliotecas, pabellones y también discotecas. El avance del coronavirus está afectando a todos los ámbitos de la sociedad y a partir de este fin de semana, buena parte de los locales de ocio nocturno de Pontevedra cerrarán sus puertas para contribuir a la contención de la pandemia. "Es momento de dejar de pensar en la cartera de uno mismo y pensar en el bien común", declara Sheila Amir, encargada del Moma Music Hall, que al igual que más de una decena de establecimientos decidió cerrar las puertas de sus pubs "porque es lo más sensato", añade César Sánchez, uno de los dueños del Cielo.
A raíz de las restricciones impuestas por la Xunta, los propietarios de estos locales comenzaron a movilizarse y a través de grupos de Whatsapp consensuaron que lo más responsable sería cerrar sus puertas desde este mismo fin de semana. Aunque no todos los establecimientos se unieron a esta iniciativa, sí que están dispuestos a llevarla a cabo la mayoría. Entre ellos está la mayoría de pubs de la calle Charino como Pasaje, Il Divo, Fetiche o Patrimonio, así como el Bazaar, Banana, Cielo, Aranda, La Pomada, Cervecería El Bruc o la Sala Karma.
Muchos de ellos ya comenzaron a comunicar su decisión a través de las redes sociales. "Debido a los recientes acontecimientos y según las recomendaciones de la Xunta relativas a la prevención del COVID-19, tomamos la decisión de aplazar los conciertos previstos en Sala Karma desde hoy, 12 de marzo, hasta el día 28 del mismo mes. Además no habrá sesión club hasta nuevo aviso", informaron los responsables de esta discoteca a través de un comunicado en el que se comprometen a devolver el importe de las entradas a todos aquellos que las compraron de forma anticipada.
El empresariado es consciente del impacto económico que tendrá su decisión, sobre todo porque temen que el cierre no se limite solamente a este o al próximo fin de semana. "Algunos podrán permanecer cerrados un tiempo, pero para otros va a ser un golpe duro", reconoce Sánchez.
A pesar de que esta medida de precaución es compartida por la mayoría de los que gestionan el ocio nocturno en Pontevedra (también los de Sanxenxo adoptaron medidas similares), existen otros que no cerrarán sus puertas hasta que las autoridades lo determinen. "Espero que la Policía Local supervise que cumplan las normas porque no puede haber más de cincuenta personas en el interiores", recuerda uno de los propietarios participantes en el cierre.
La duración de la cuarentena que pueda llegar a decretar el Gobierno para este tipo de establecimientos es otro de los temores con los que tiene que lidiar el sector. "Cerramos por prevención, pero da miedo que el lunes el Gobierno diga que tenemos que cerrar durante un mes", admite el dueño de El Bruc, Carlos Fontán.
A pesar de todos los inconvenientes económicos provocados por esta iniciativa, los dueños de estos negocios están convencidos de que es una decisión correcta que ayudará en gran medida a evitar la propagación del virus. "Creemos que es una responsabilidad que todos debemos apoyar, adoptar y respetar con la finalidad de que muy pronto todo vuelva a la normalidad y logremos pasar este duro momento unidos", reza el comunicado del el Pasaje 2.0 que gestiona Manu Rey y que concluye con un hashtag que está corriendo como la pólvora por las redes sociales: #Yomequedoencasa.