Con los ojos puestos en el cielo. Así están las autoridades municipales. Las lluvias que se esperan para los próximos días aliviarán, previsiblemente, la situación de sequía que atraviesa la cuenca del Lérez, aunque desde el Concello insisten en no confiarse demasiado.
"Temos que seguir facendo un chamamento a un consumo responsable da auga", ha señalado la edil responsable del ciclo del agua, Carme da Silva, que ha explicado que ya con las últimas precipitaciones el caudal del río se elevó de 1,3 metros cúbicos por segundo a 1,82.
Los técnicos confían en que las precipitaciones "continuadas" que se esperan, como mínimo, durante toda esta semana permitan estabilizar el caudal del Lérez, aunque Da Silva recuerda que para salir de la situación de prealerta habrá que esperar algún tiempo más.
La mejoría del caudal debe ser "sostida no tempo" y no guiarse por lluvias que puedan ser ocasionales y no ser suficientes para dejar atrás la situación de emergencia.
De haber una situación de aportes periódicos de agua, Pontevedra y los municipios a los que abastece, Poio, Marín, Sanxenxo y Bueu, podrían levantar las restricciones activas.
AGUA PARA ENCE
Carme da Silva, por su parte, no ha puesto fecha a la posible vuelta de la actividad de Ence, suspendida desde el pasado mes de julio por la sequía.
Para que esto pueda ocurrir, según Da Silva, se debe garantizar el caudal ecológico del río Lérez, situado actualmente en 1,6 metros cúbicos por segundo. Es decir, que tras captar agua la fábrica para su producción, quede ese nivel de caudal como mínimo.
Además, ha recordado que este nivel de caudal debe registrarse de manera "continuada".
La situación de este mes de agosto, según la concejala del BNG, demostró que el Lérez "ten caudal suficiente" para abastecer a todos los concellos a los que surte de agua, incluso en verano, "pero o que non dá é para abastecer a Ence".