La Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha resuelto este martes mediante un acuerdode conformidad un juicio contra un vecino de Poio acusado de maltratar y violar de forma continuada a su esposa.
Este hombre ha admitido los hechos y ha aceptado una condena de nueve años y tres meses de prisión como autor de dos delitos, uno de violencia habitual psíquica y física (por el que le imponen un año y 9 meses de prisión) y otro delito de agresión sexual continuada contra su mujer (7 años y medio de cárcel).
Según informa el periodista Carlos García en páginas del Faro de Vigo, el fiscal jefe de la provincia, Juan Carlos Aladro, modificó el escrito de acusación que presentaba inicialmente incluyendo las atenuantes simples de dependencia del alcohol y confesión tardía. Mantuvo las agravantes de parentesco y por razones de género.
El acusado también aceptó una pena de siete años y medio de libertad vigilada a partir del cumplimiento de la pena de prisión y deberá respetar una orden de alejamiento y comunicación con la víctima por espacio de nueve años. Como responsabilidad civil deberá indemnizar a su esposa con cinco mil euros por el daño moral causado.
La Audiencia emitirá una sentencia respetando los términos de este acuerdo y contra ella no podrá interponerse recurso.
Según relata el escrito de acusación del Ministerio Público, el acusado y la víctima estuvieron casados unos 28 años. Durante toda la convivencia matrimonial, pero sobre todo trascurridos los primeros ocho años de matrimonio, era usual que el procesado, "con ánimo de humillar y menoscabar la integridad moral de su mujer", la menospreciase y también era frecuente que, en el domicilio común y en presencia de las hijas de ambos menores de edad, "con el propósito de menoscabar su integridad física, la agrediera, propinándole bofetones, empujones, y agarrones de pelo y en los brazos".
El escrito de acusación de la Fiscalía también recoge que el procesado ejerció igualmente violencia de tipo sexual sobre su esposa durante su matrimonio, siendo esta práctica habitual en los últimos años, a pesar de la negativa de la mujer a mantener relaciones sexuales con él.
Este hombre fue denunciado en noviembre de 2019, momento en el que se dictó una orden de alejamiento frente a su mujer.