La Mancomunidad de Montes de Pontevedra, la Universidade de Vigo y el Concello de Pontevedra se han aliado para crear una mesa de trabajo para estudiar las medidas más adecuadas en la lucha contra el fuego y su puesta en práctica.
Según informó el concejal Demetrio Gómez, en una primera reunión acordaron que entre las primeras medidas que se deben adoptar está la redacción de un plano de cortafuegos vegetales en el término municipal, es decir, plantando especies de baja combustión en las masas forestales que frenen la propagación del fuego en el monte.
Eucaliptos y pinos son unas de las especies vegetales que más rápido arden, por lo que las reforestaciones en este sentido son un error. La idea es que la Escuela de Ingenieros Forestales planifique las zonas en las que se debe proceder a la plantación de especies vegetales que presenten una mayor resistencia a los incendios y puedan actuar como verdaderas barreras antiincendios, impidiendo o frenando el avance de un incendio forestal.
Se pretende comenzar a actuar en el territorio municipal en el año 2018 con la gestión de la biomasa (eliminación, desbroces, trabajos de mantenimiento y demás) y la plantación de masas forestales resistentes al fuego.
Para financiar esta medida el Concello reeditará en los presupuestos el proyecto Monte Vivo para destinar el dinero que sea preciso para estos planes.
Uno de los inconvenientes para la puesta en marcha de estas medidas puede ser que los terrenos que la universidad señale para la creación de un cortafuegos vegetal pertenezcan a propietarios privados a los que el Concello no podrá obligar a participar en esta iniciativa voluntaria.