Samuel Kwesi Koufie, marinero de origen ghanés que el pasado 15 de febrero sobrevivió al naufragio del Villa de Pitanxo en aguas de Terranova (Canadá), ya tiene la nacionalidad española.
La concesión se hace a propuesta de la ministra de Justicia, Pilar Llop Cuenca, "en atención a las circunstancias excepcionales que concurren" en Samuel.
Se hace oficial este miércoles 12 de octubre, Fiesta Nacional de España, a través de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión de este martes 11 de octubre de 2022.
De esta forma, se concede a Samuel la nacionalidad española "por carta de naturaleza", una forma de Adquisición de la Nacionalidad que tiene carácter graciable y no se sujeta a las Normas Generales de Procedimiento Administrativo, sino que la otorga discrecionalmente por el Gobierno mediante Real Decreto, tras valorar la concurrencia de circunstancias excepcionales.
El joven fue uno de los tres supervivientes en el naufragio, en el que fallecieron 21 marineros y sobrevivieron también el patrón del buque, Juan Padín, y su sobrino, Eduardo Rial.
La declaración de este marinero es clave en la investigación sobre el naufragio que mantiene abierta la Audiencia Nacional. Tras el naufragio, aportó una versión de los hechos coincidente con la oficial de la armadora y el patrón, pero, cuando llegó a España, la cambió ante la Guardia Civil y esas contradicciones fueron las que llevaron a abrir una investigación judicial.
El capitán mantiene que el motor del buque se paró a las cuatro de la madrugada y que las condiciones meteorológicas existentes en ese momento determinaron la sucesiva entrada de agua por la aleta de babor ocasionando una cada vez mayor escora por babor. Según su versión, vista la situación, dio a la tripulación la orden de abandono del buque previa colocación del traje de supervivencia y el chaleco salvavidas. Es en ese momento cuando hizo la llamada de emergencia (según los datos técnicos recabados, eran las 4:24 horas).
La primera versión de Samuel coincidía. Sin embargo, cuando declaró ante la Guardia Civil dio una versión absolutamente distinta de los hechos, en la que indica que el motor no se paró sino que las maquinillas que recogen el aparejo dejaron de funcionar bien, tensando pero no recogiendo y provocando la escora.
Según esta nueva versión, el resto de marineros Ie gritaron al capitán que soltara los aparejos, pero este se negó y, ya con el buque muy ladeado, se paró el motor y se incrementó la escora de babor. Frente a lo que aseguró el patrón, en ningún momento dio orden de ponerse los trajes de supervivencia, aunque él y su sobrino sí los llevaban.
Samuel también sostiene que, tras el rescate, recibió presiones de la armadora y del patrón para adaptarse a la versión oficial. Esas presiones supuestamente ocurrieron en el buque que les llevó a tierra, el Playa de Menduiña Dos