"Atención, ciudadanos de Pontevedra, escuchen lo que vamos a decir. Es la realidad de muchos niños de esta ciudad". La frase resonó este lunes, con la voz distorsionada, en el exterior de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Mientras sonaba, un grupo de personas se concentraba con el rostro tapado y carteles denunciando violencia vicaria e institucional.
Es una más de las concentraciones que en los últimos meses han realizado familias y amigos de madres que denuncian esta violencia y la aplicación del "falso" Síndrome de Alineación Parental (SAP) en casos de custodias de sus hijos menores. En esta ocasión, han optado por trasladarse hasta la Audiencia, tras pasar ya por los juzgados de A Parda en semanas pasadas.
Hasta la calle Rosalía de Castro se trasladaron personas llegadas de distintos puntos de la provincia que optaron por taparse la cara para preservar su identidad y portaron pancartas de protesta con mensajes con los que apelan a la sensibilidad y empatía ciudadana. "¿Cómo te sentirías si cuando eras pequeño te separaran de tu madre a la que quieres y te obligaban a vivir con tu padre maltratador?", preguntaba uno.
Estas familias lanzan varios SOS, la mayoría destinados a que no se aplique el SAP, pero también otros pensando en la situación que viven los menores. "Pontevedra se está quedando con niños huérfanos de madre y madres huérfanas de sus hijos. SOS" o "SOS. Basta ya de tortura institucional a madres e hijos/as".
Con esta concentración apelan a la ciudadanía en general, con mensajes que buscan que se pongan en su lugar. "¿A ustedes alguien les quitó a su madre? El interés superior del menor no es romper el vínculo materno", "Están robando la infancia a nuestros hijos/as. ¿A cambio de qué?", indican en sus mensajes.
También se dirigen a los jueces y fiscales pontevedreses y centran sus críticas en los informes del Imelga, de los Puntos de Encuentro Familiar (PEF) y de los Gabinetes de Orientación Familiar, que aplican los postulados del SAP. "PEFs, GOFs e Imelga “diagnostican” síndromes inexistentes y prohibidos (SAP) y los juzgados utilizan los centros de menores para aplicar la “terapia” (de la amenaza). El negocio del sistema. SOS", cuestional.
"Nuestros hijos/as son iguales a los suyos. Dejen de destruir infancias", pidieron ante la Audiencia Provincial, denunciando "se secuestran niños /as bien cuidados por sus madres y se internan en centros de menores, aplicando el SAP prohibido por ley".
Alguna pancarta estuvo más personalizada, como la de una abuela que lamentaba "llevo 4 meses sin ver a mi nieta Nerea. Justicia" y, para interpelar a la conciencia ciudadana, también incluyeron las voces distorsionadas de niños lamentando que les hayan separado de sus madres, en muchos casos, con menores que acaban en centros de menores sin que sus madres sepan dónde están ni puedan tener contacto con ellos.
De fondo, mientras duró la concentración, se leyó un manifiesto en el que explicaron que qué es el SAP, "un síndrome inexistente y sin aval científico que se utiliza en los juzgados para desacreditar siempre siempre a las madres en procesos de custodia, siendo muy utilizado por los abogados que defienden a los padres cuando hay denuncias previas por abuso o maltrato hacia los hijos.
El manifiesto que se leyó denuncia que "la parte que defiende al padre culpa a las madres de que los hijos e hijas no quieran estar con el padre porque dicen que la madre los manipula a su antojo como si éstas tuvieran un mando a distancia o los niños fueran robots programables, intentando ocultar, así de esta manera, el verdadero motivo del rechazo de los hijos hacia sus progenitores, que son siempre ausencias paternas en las que no ha habido ningún vínculo, maltrato hacia la madre o los propios, hijos o abusos sexuales".
Recuerdan que la ONU ha llamado la atención a España por seguir utilizando este síndrome en su resoluciones judiciales y cuestionan que "parece ser que los juzgados de Pontevedra no se conoce la inexistencia del síndrome", pues se sigue utilizando, a veces sin nombrarlo y otros llamándole "interferencias maternales", "obstaculización materna", "falta de colaboración de las madres".
En esos procesos de custodia, piden a los jueces y fiscales que escuche a los niños "cuando se toman decisiones que atañen a sus vidas" y alertan de que "se están haciendo auténticas aberraciones separando a niños y niñas de sus madres con las únicas que tenían un vínculo y un apego seguro".