El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés acaba de implantar la última fase del proyecto de Inteligencia Artificial para informar los estudios radiológicos simples, con la incorporación de un software informático en los diagnósticos de las placas de tórax.
El proyecto se basa en un algoritmo que estudia la imagen ante la sospecha diagnóstica de fractura, luxación o derrame.
Su puesta en marcha arrancó el pasado 20 de junio en el ámbito músculo-esquelético y unas semanas más tarde, a finales de septiembre, continuó con la inclusión de las radiografías de columna dorsal y lumbar.
Esta herramienta de apoyo al diagnóstico de los facultativos realizó ya cerca de 37.000 estudios radiológicos, de los que algo más de 29.000 correspondieron a informes de placas de fracturas y unos 7.600 fueron de tórax.
¿Cómo es su funcionamiento? Básicamente, en cuestión de pocos minutos, el profesional puede visualizar en la pantalla de su ordenador en consulta la imagen radiológica original, una copia con la patología resaltada en un recuadro (que puede ser "normal", "duda" o "patológica"), y una breve sugerencia diagnóstica.
Los algoritmos informáticos están entrenados previamente en miles de imágenes con lesiones y lo que hacen es buscar y comparar en esa ingente base de datos de manera inmediata.
El resultado tiene un valor preditivo negativo superior al 99%, lo que quiere decir que descartan con un alto nivel de fiabilidad las pruebas negativas ante sospecha de fracturas, luxaciones y derrames.
En el caso último de las placas simples de tórax, el algoritmo detecta la ausencia de patologías como consolidaciones pulmonares, derrame pleural, edema pulmonar agudo, nódulos pulmonares, cardiomegalia, y fracturas de la parrilla costal.
Desde el servicio de Radiodiagnóstico del área sanitaria, la especialista Iria Couto Rodríguez insiste en que el resultado obtenido de la Inteligencia Artificial debe ser interpretado como una "aproximación diagnóstica", siempre dando prioridad a la entrevista y exploración directa del paciente y teniendo en cuenta las limitaciones de estas técnicas radiológicas, por lo que aquellas pruebas radiológicas positivas, dudosas o no evaluables son estudiadas posteriormente por los facultativos especialistas en Radiología.
"Al final es el médico quien tiene la última palabra, ya que muchas veces lo que la Inteligencia Artificial indica como 'normal' no concuerda con la clínica del paciente, si tiene dolor, por ejemplo.
LOS DEL TÓRAX, ESTUDIOS ALGO MÁS COMPLEJOS
En cuanto las imágenes de tórax, la doctora Couto indica que en el servicio de Radiodignóstico están recibiendo más llamadas del resto de facultativos de Pontevedra y O Salnés para aclarar dudas, puesto que las valoraciones son algo más complejas al detectar el algoritmo más órganos y tejidos y, por lo tanto, diversas patologías.