La sentencia que rechaza reabrir la salida de las galerías Oliva hacia Gutiérrez Mellado ha caído como un jarro de agua fría entre los comerciantes de esta zona comercial de la ciudad.
Están "abatidos" y "preocupados", reconoce Antonio Santiago, presidente de la asociación de comerciantes Galerías Oliva, un sentir que considera mayoritario entre quiénes tienen alquilado un local comercial en la zona.
La sentencia, dada a conocer este lunes, desestima la demanda presentada por Astrid Filgueira, propietaria de 14 bajos de números impares de Oliva 2, que pedía la restitución del pleno uso de este acceso a las galerías, que se cerró a raíz de las obras de demolición del edificio que afectaba al tramo final hacia Gutiérrez Mellado.
Una vez que la conocieron, se sintieron "bastante atónitos", pues daban por hecho que el paso hacia Gutiérrez Mellado estaba "consolidado" tras décadas de uso, y les sorprendió la contundencia con la que se rechaza la demanda.
"Nunca pensé que fuera a ser tan contundente", reconoce Santiago, que señala que está "triste" y "apenado" y que "ayer me hundí en la miseria" tras conocer el fallo.
Además, alertan de las consecuencias de esta decisión del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Pontevedra, que implica que estas galerías tan solo tienen salida hacia la calle Oliva, no hacia Gutiérrez Mellado, de modo que dejan de ser zona de paso y, por lo tanto, reciben menos clientela.
Ahora, las personas que quieren comprar en sus negocios tienen que ir a propósito, ya no habrá clientela de paso, con la consiguiente reducción de los potenciales compradores.
Desde el cierre, muchos negocios cerraron sus puertas y los que aguanten reportan descensos importantes en su facturación. Con esta decisión que confirma que el paso ya no se reabrirá, auguran un escenario todavía peor. "Aguantaremos los que podamos", alerta el presidente.
Lamenta que "la cosa no está bien, mucho no se vende" y "no le veo mucha vida a esto". Ante este escenario, ya augura que "muchos" van a cerrar. "A ver cuántos aguantamos", se pregunta.
Al respecto, considera que es "una pena que se pierdan 50 o 60 puestos de trabajo de autónomos".
La asociación de comerciantes reconoce la "frustración" porque no pueden hacer nada para cambiar la situación, pues la mayoría son inquilinos o son propietarios de una zona de las galerías no colindante con el paso cerrado, de modo que no pueden demandar. "Nosotros no podemos hacer nada porque no tenemos ningún derecho", explica su presidente.
La demandante ha trasladado a la asociación de comerciantes que todavía no ha decidido si presentará recurso contra esta sentencia, que no es firme, sino que es posible apelar.