Las lluvias que se han registrado en Pontevedra en los últimos días han supuesto un "alivio" para la cuenca del Lérez, pero la situación todavía está lejos de normalizarse. Según el gobierno municipal, varias comunidades rurales han comenzado a recibir agua de la traída tras quedarse sin agua los acuíferos naturales de sus respectivos territorios.
Se trata de áreas de Cerponzóns y de Campañó, confirman desde el Concello. También comunidades de Alba se han interesado por esta opción en los últimos días, pero por ahora no han tomado la decisión de recurrir al agua del Lérez.
Estas comunidades de agua envían camiones a Pontevedra y los cargan en diferentes puntos del sistema de abastecimiento, allí donde la empresa concesionaria, Viaqua, entiende que existe caudal y presión suficiente para desviar el agua.
Raimundo González ha explicado que esta agua "non se lles cobra", igual que se hizo recientemente con la solicitada por el Concello de Barro.
A día de hoy, el caudal del Lérez se sitúa en 7,22 metros cúbicos por segundo, "case o dobre" de las últimas semanas, pero todavía un 72% menos que la media de los últimos años, en los que el río pontevedrés contaba a estas alturas con 26 metros cúbicos de agua por segundo.
Además, el embalse del Pontillón do Castro roza el 86% de capacidad. Este nivel permitiría que, en situación de sequía extrema, el suministro de Pontevedra estuviese garantizado durante dos meses y medio.
Pontevedra mantendrá las medidas aplicadas por la sequía, limitando el baldeo de calles y el riego de jardines o reduciendo la presión de agua en horario nocturno, entre otras.
Con respecto a la medida anunciada por Ence, que avanzó que reduciría su consumo, Raimundo González ha asegurado que por ahora, si ya se ha empezado a aplicar, "non se nota" en las mediciones que, diariamente, se realizan en el caudal del Lérez.