Cementerio de San Mauro: un viaje a la memoria de Pontevedra

Pontevedra
01 de noviembre 2024
Actualizada: 12:00

Guiados por el sepulturero municipal, Francisco Abuin, nos adentramos en los lugares únicos que esconde el camposanto, así como las historias de los personajes ilustres que aquí descansan

Francisco Abuin muestra el detalle de la cenefa del Panteón de la familia Blanco-Señoráns, que, según sus pesquisas, fue encargada por una mujer, un hecho inusual en la época
Francisco Abuin muestra el detalle de la cenefa del Panteón de la familia Blanco-Señoráns, que, según sus pesquisas, fue encargada por una mujer, un hecho inusual en la época / Mónica Patxot

El pontevedrés cementerio de San Mauro, situado en la parroquia de Mourente, es uno de los espacios más icónicos de la ciudad.

Fue proyectado en el año 1879 por el arquitecto municipal Alejandro Rodríguez-Sesmero, y su inauguración tuvo lugar el 29 de septiembre de 1882.

Guiados por el sepulturero municipal, Francisco Abuin, nos adentramos en los lugares únicos que esconde el camposanto, así como las historias de los personajes ilustres que aquí descansan, revelando así la importancia de este lugar en la memoria colectiva de la ciudad.

Al entrar al recinto, somos recibidos por una imponente puerta de estilo neoclásico que recuerda a la mitología griega. Esta entrada tiene el escudo de Pontevedra, la corona por arriba, ya que es la que costeó el cementerio, y también la cruz, porque quien manda es la Iglesia, comenta Abuin.

Las tres puertas que observamos indican la diferenciación entre los vivos y los muertos, destacando la mayor, destinada a los fallecidos. Sobre esta puerta, un reloj alado y una guadaña recuerdan la importancia del tiempo.

Fachada del Cementerio de San Amaro
Fachada del Cementerio de San MauroMónica Patxot

Panteón del médico de los pobres: El primer panteón que llama la atención es el de Celestino López de Castro, conocido como el médico de los pobres, quien durante la pandemia de 1918 de la gripe española ayudó a muchas personas. Destacó por su generosidad, rechazando un coche y 3.000 pesetas de la época recibidos por subscripción popular. El panteón es uno hipogeo, que se refiere a las galerías o pasajes subterráneos destinados a funciones funerarias.

Panteón de Celestino López de Castro, o "médico dos pobres"
Panteón de Celestino López de Castro, el "médico de los pobres"Mónica Patxot

A pocos pasos, encontramos los panteones de las familias Fonseca, Mon y Riestra, construidos los dos últimos en mármol de Carrara e inspirados en el cementerio Père-Lachaise de París, reflejando la relevancia de las familias más influyentes de la época.

Panteones de las familias Fonseca, Mon y Riestra
Panteones de lanas familias Fonseca, Mon y RiestraMónica Patxot

A lo largo de nuestro recorrido, Francisco Abuin nos comparte la historia de la pionera aviadora Chichana Patiño, quien, a pesar de su corta vida, dejó una profunda huella en la sociedad al ser una mujer adelantada a su tiempo.

Panteón donde reposa Chichana Patiño y al que acudía su nieta Beatriz para engalanarlo con unas flores
Panteón donde reposa Chichana Patiño y al que acudía su nieta Beatriz para engalanarlo con unas floresMónica Patxot

Más adelante, nos transformamos en testigos de un monumento a la historia económica de Galicia, con el panteón donde está enterrado uno de los hermanos Peinador y el de la familia Riestra, impulsores de los balnearios de Mondariz y A Toxa, respectivamente.

Panteón da familia Peinador
Panteón de la familia PeinadorMónica Patxot

No podíamos dejar de mencionar el panteón de Luis Amado Carballo, un destacado escritor pontevedrés de la "Generación doliente", en cuya lápida puede leerse que falleció el 3 de septiembre de 1927 a los 26 años.

Lápida en el lugar donde descansa Luis Amado Carballo
Lápida en él lugar donde descansa Luis Amado CarballoMónica Patxot

Soterramiento de Alexandre Bóveda: A pocos pasos, el panteón donde se encuentra Alexandre Bóveda y que corresponde a la familia de su mujer, Amalia Álvarez, que también está aquí enterrada. Inicialmente, Bóveda fue inhumado en el panteón familiar de Celso García de la Riega, después de ser fusilado, dado que en aquella época no contaba con un panteón propio. La oferta de De la Riega para acoger a Bóveda fue un acto valiente y respetuoso. Con el paso del tiempo, el político galleguista fue incinerado y posteriormente trasladado al panteón de su suegro, Xerardo Álvarez Limeses.

Panteón de la familia Álvarez donde están depositadas las cenizas de Alexandre Bóveda
Panteón de la familia Álvarez donde están depositadas las cenizas de Alexandre BóvedaMónica Patxot

Mausoleo de Indalecio Armesto: En el cementerio civil, se encuentra el mausoleo de Indalecio Armesto, un destacado político que fue presidente de la Deputación. El monumento sobre su tumba es notorio, no solo por contar con un busto que lo representa, sino también porque, en la parte superior, destaca un ojo masónico que simboliza su legado y su influencia. A pesar de que en el momento de su fallecimiento, en 1890, no se permitían manifestaciones públicas, su despedida reunió a unas siete mil quinientas personas.

Panteón de Indalecio Armesto
Mausoleo de Indalecio ArmestoMónica Patxot

Tumba de Francisco Zagala: Cerca del panteón de Armesto, reposa la tumba de Francisco Zagala, un eminente fotógrafo que deseó ser enterrado a su pie para reivindicar la sacralidad de la tierra y la igualdad entre todos los seres humanos. Su decisión de ser inhumado de tal manera refleja su creencia de que la muerte no distingue de estatus, recordando que todo ser humano tiene su lugar en el cielo.

Tumba de Francisco Zagala
Tumba de Francisco ZagalaMónica Patxot

Las hermanas Mendoza: En otro lugar del cementerio, encontramos el panteón de la familia Mendoza, Babiano y Méndez Núñez, donde descansan las hermanas Mendoza, figuras adelantadas a su tiempo. Con conocimientos en inglés y francés, y una vasta cultura, estas mujeres marcaban la diferencia en su época.

Panteón de la familia Mendoza, Babiano y Méndez Núñez
Panteón de la familia Mendoza, Babiano y Méndez NúñezMónica Patxot

Panteón de la familia Muruais: El panteón de la familia Muruais, recién restaurado, destaca por ser el lugar de sepultura de Jesús y Andrés Muruais, propietarios de la biblioteca más grande de Galicia, situada en la Casa del Arco. Un espacio que un día fue un centro cultural para intelectuales como Valle-Inclán.

Panteón de la familia Muruais
Panteón de la familia MuruaisMónica Patxot

Entre los numerosos rincones del cementerio, también se encuentra la tumba del hijo de Valle-Inclán, que se alistó en el Bando Republicano durante la Guerra Civil y perdió la vida en el conflicto. Su sepultura, adornada con una cruz celta, representa no solo la memoria del joven, sino también un testimonio de la historia turbulenta que afectó a tantas familias durante aquel período.

Tumba del hijo de Valle-Inclán
Tumba del hijo de Valle-InclánMónica Patxot

Cuadro de párvulos y de las patas: Además de los panteones, el cementerio alberga cuatro espacios de soterramiento comunal llamados cuadros de tierra. Entre ellos, el cuadro de párvulos o gloria, donde se enterraban los niños que morían sin haber recibido la primera comunión. Este lugar es también conocido como el "cuadro de las patas", ya que en los laterales alberga miembros amputados, así como los fetos, todos indicados con un hierro y una chapa con su número de registro inscrito.

Cuadro de párvulos e de las patas
Cuadro de párvulos y de las patasMónica Patxot

Capilla del cementerio de San Mauro: En este cementerio se encuentra una capilla laica, originalmente perteneciente a la orden de San Benito y conocida como la capilla de San Mamede de Moldes. En 1966, Sánchez Cantón y Filgueira Valverde adquirieron las piedras del templo, entonces en ruinas, a la parroquia, y las trasladaron al cementerio. Tiene la particularidad de que está levantada al revés, de tal forma que mira hacia el naciente en lugar de hacia el poniente, pensada de esta manera para acoger, con su carácter desacralizado, a todas las religiones y creencias.

Capilla del Cementerio de San Amaro
Capilla del Cementerio de San MauroMónica Patxot

Al final de nuestro recorrido, en esta pequeña muestra queda patente la riqueza histórica y cultural que alberga el Cementerio de San Mauro. Francisco Abuin, con su profundo respeto y conocimiento, nos presenta no solo un espacio de luto, sino un lugar de conmemoración de la vida y del legado de nuestros antepasados.

Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Panteón de la familia Peinador
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Panteón de Celestino López de Castro, el "médico de los pobres"
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Panteones de las familias Fonseca, Mon y Riestra
Panteón donde reposa Chichana Patiño y al que acudía su nieta Beatriz para engalanarlo con unas flores
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Francisco Abuin muestra el detalle de la cenefa del Panteón de la familia Blanco-Señoráns, que, según sus pesquisas, fue encargada por una mujer, un hecho inusual en la época
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Cuadro de párvulos y de las patas
Lápida en el lugar donde descansa Luis Amado Carballo
Panteón de la familia Álvarez donde están depositadas las cenizas de Alexandre Bóveda
Tumba de Francisco Zagala
Mausoleo de Indalecio Armesto
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Panteón de la familia Mendoza, Babiano y Méndez Núñez
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Panteón de la familia Muruais
Tumba del hijo de Valle-Inclán
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Un recorrido por el Cementerio de San Amaro
Capilla del Cementerio de San Amaro
Fachada del Cementerio de San Amaro