La PO-531 ofrece problemas de seguridad vial a su paso por el Concello de Barro y el vecindario reclama una solución desde hace años. Por este motivo, el alcalde Xosé Manuel Fernández Abraldes se ha decidido a enviar una carta a Ethel Vázquez, conselleira de Infraestruturas, para demandar que en 2022 la Xunta garantice la ejecución del proyecto de mejora de seguridad en la rotonda situada en Bretoña.
Según expone el regidor, el cruce de la carretera con el vial provincial procedente de San Amaro requiere una solución. Pide un paso inferior para evitar el peligro que supone actualmente ese cruce, tanto para peatones como para vehículos agrícolas que precisan trasladarse a la zona baja de la parroquia donde se encuentran las fincas, al otro lado de la carretera.
Desde el gobierno local de Barro recuerdan que este proyecto fue anunciado por la Consellería en 2019 y representantes de la Xunta habían anunciado que las obras estarían finalizadas en 2020. Sin embargo, el tiempo ha pasado y el Concello de Barro carece de información sobre avances en los procesos de expropiación y licitación para abordar esta actuación.
La PO-531 es una carretera que soporta un tránsito muy elevado. Según el Concello, se trata de la vía autonómica provincial más utilizada por vehículos, con alrededor de 20.000 coches que circulan a diario por este tramo. Por este motivo, piden soluciones que eviten el peligro para peatones y conductores, ya que en Barro solo se ha ejecutado la rotonda en Sequeiros para la mejora de esa vía.
Abraldes recuerda también que la Consellería todavía no ha ejecutado otras obras pendientes relacionadas con la seguridad vial en el tramo viejo de la PO-531 a su paso por Outeda.